01

493 19 0
                                    

En medio de un bosque se encontraban dos chicos corriendo tratando de encontrarse sin saberlo, la niebla era densa y estaba a punto de anochecer. No sabían por qué corrían, pero sabían que estaban huyendo de algo y sabían que se necesitaban. El miedo les inundó cuando observaron sus prendas manchadas de sangre, ambos de traje, como si estuvieran listos para casarse y continuaron corriendo, sin poder hallarse. 

Ambos abrieron los ojos y se encontraron en sus respectivas habitaciones, estaban cubiertos en sudor y su respiración estaba alterada. Qué curioso como a pesar de la enorme distancia que los separaban y, sin conocerse, Joaquín Bondoni y Emilio Marcos, soñaron lo mismo. Quizás era el universo anunciándoles que pronto, se tenían que encontrar frente a frente.

***

-Sí, mamá, fue un sueño horrible –Joaquín se encontraba en una tienda de ropa, siendo ayudado por su madre y su hermana a encontrar el atuendo perfecto para una cena familiar que tendrían en una cabaña cerca de la carretera.

-Ay, Joaquín –respondió su madre mientras le arreglaba el blazer azul que cargaba encima –Pero, dices que estabas es un bosque... ¿vestido de traje?

-Sí –se miraba en el espejo sin gustarle el look tan formal que tenía –Eran de esos que usas en las bodas, pero tenía sangre y...no sé, las sensaciones fueron tan reales, sentía que buscaba algo, pero no sabía qué y me angustiaba no poder encontrarlo.

-Hermanito –dijo la pequeña castaña sentada en una silla –Necesitas dejar de ver tanta película de suspenso. Y, por cierto, me gusta tu atuendo.

-Sí, ¿verdad? –la mujer miró cada detalle de la ropa y se sentía satisfecha hasta que llegó a la cara de su hijo, quien emanaba un completo rechazo a ella –Joaquín, cambia esa cara, te ves bien.

-Yo siempre me veo bien... –alzó la barbilla, orgulloso –Pero no me siento cómodo, pero todo por mi papá.

-Sí, me queda claro que los dos se desviven por su padre.

-También por ti mamá. –le sonrió la pequeña.

-Renata tiene razón, son los mejores padres que pude tener –le sonrió a su madre tomándola de las manos –Yo soy todo lo que cualquier padre llamaría decepción. Pude haber sido el empresario que mi padre siempre soñó, pero quise ser veterinario, no me gusta la ropa formal, tengo gustos en música algo extraños, soy vegetariano y gay. Jamás han querido cambiarme, sólo me han amado infinitamente...yo haría lo que fuera por ustedes.

***

-Ay, ¿qué habrá querido decir ese sueño que tuviste, Emilio? –una mujer rubia de cabello rizado se encontraba esperando a su hijo en una tienda.

-Mamá... -alzó la voz desde el probador –Sólo fue un sueño, no debí habértelo contado, ya te preocupé de a gratis.

-Pues es que dices que llevabas un traje de novio cuando estás por casarte, ¿qué quieres que piense? –el chico rizado salió con el traje de novio que su madre le había ayudado a escoger y ella sintió que todo lo demás era irrelevante al verlo tan guapo –Te ves divino, cría de mi alma.

- ¿Si te gusta? –dijo observando cada detalle y luego vio a su mamá derramar lágrimas – ¿Estás bien?

-Perfecta –le sostuvo la mejilla y lo miró con mucha dulzura –Eres el chico más guapo del mundo, mi alma. Y yo sólo quiero que seas muy feliz, sé que amas a María que renunciaste a muchas cosas por ella, primero a la música y luego al posgrado.

-No empieces, porque no me arrepiento –le dio un beso en la mejilla –Sé que, a su lado, nada me faltará, ma. No necesitas preocuparte. –comenzó a saltar sintiéndose ansioso –Ya quiero que sea la boda y poder pasar unos días en México.

"La Chula" -AU EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora