Capitulo 8

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·Forjando el futuro·

—No están respirando de forma adecuada...concéntrense, en este momento nosotros no importamos —Sabito suspiro, no estaba presente en la pelea de aquellos chicos, pero sabia con exactitud que estaba pasando.

El cuerpo de Mey crujió, seguía un poco desorientada por el potente golpe.

—Una menos.

Los brazos del demonio perseguían constantemente a Kamado, cortaba todo lo que podía al intentar acercarse a él.

—El niño de cabellos melocotón se llevo una gran sorpresa antes de morir...

En un abrir y cerrar de ojos del suelo salieron múltiples brazos que obligaron a Tanjiro a saltar, dando la oportunidad al demonio de atacar con un golpe que se dirigía al rostro del pelirrojo.

Moriría justo como Sabito.

El fuego corto el gigante brazo del demonio.

—¡AHORA! —gritó Mey.

La hoja afiliada de la Katana fue más fuerte que el propio cuello del demonio. No negaría que se sentía bien teniendo en cuenta la gravedad de sus actos, pero no impedía que en sus inicios fuera un humano.

Uno que sentía, así como los pequeños niños que asesino.

No solo los pequeños podrían descansar en paz, sino que también la misma criatura que por tantos años vivió.

Tanjiro, a pesar de estar enojado tomó la mano del demonio y la pego en su pecho. Una cualidad muy linda del chico era su gran corazón.

—Dios, por favor has que cuando vuelva a nacer, no se convierta en un demonio —el demonio se convirtió en cenizas en menos de lo que esperaba.

—Hay seres que después de pasar por tanto, descansar no les sienta mal —Mey miraba el reflejo que emanaba el filo de su katana—, cuando todo esto acabe, dormiremos tanto como Nezuko. Siete días son demasiado.

—Bueno, creo que dormir ya no será tan cotidiano. Si salimos de esta nos mantendremos ocupados con más demonios —Kamado sonrió—, continuemos.

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Correr siempre les fue agotador, más cuando una criatura de la noche te persigue con intensión es de comerte.

Llevaban en esa diminuta rutina unos minutos, hartos de la situación pusieron en marcha una improvisada táctica de obstruir el camino.

La katana tiene una singular peculiaridad, su filo puede quebrar delgados tramos, pero con un sabio manejo se puede cortar grandes longitudes cómo lo son los cuellos de demonio.

O el tronco de un árbol.

Tengo una pregunta —Tanjiro se acercó al demonio atrapado— ¿cómo se vuelve humano a un demonio?

Cómo respuesta obtuvo un intento de zarpazo. Por instinto la castaña jalo sus ropas para alejarlo.

—¡No hagas eso!, es bastante peligroso —con la manga de su haori, limpio las gotas de sangre que escurrían por la frente del pelirrojo.

—Creí que podía obtener algo de información...

—No creo que ese demonio pudiera hablar, pero —sus ámbares se enfocaron a la derecha— ¿Esas son glicinas?

Juntos Hasta El Final [Tanjiro y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora