Capítulo 39

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•La batalla final Pt.2•


3 horas para el amanecer


La fortaleza infinita estalló, ahora todos se encontraban en el mundo exterior, con Muzan Kibutsuji desatando todo su poder demoníaco contra los cazadores.

Los pilares, decididos y con el corazón lleno de valor, se enfrentaron al demonio supremo con estrategia y habilidad.

Tanjiro lideraba el grupo, su espada reflejando la ira en sus ojos. Mey, conocida por su destreza en la Respiración de la Llama, lanzaba llamaradas ardientes hacia Muzan, tratando de debilitarlo con cada golpe.

—¡Tanjiro, mantenlo ocupado! Voy a atacar desde el flanco derecho — gritó Mey, concentrando su energía en el fuego que brotaba de su espada.

—¡Entendido! ¡Vamos a hacerlo! —respondió Tanjiro, moviéndose con agilidad para mantener la atención de Muzan.

—¡Iré a revisar a Gyomei! —Shinobu se separó de la batalla para detener el sangrado de su compañero.

—¡No escucho el latir de su corazón! —Zenitsu derramó lágrimas por el significado de sus palabras.

—¡Concéntrate, mocoso! —Tengen, a pesar de que sabía que tenía razón y el dolor en su corazón le pedían para ir a ver a su compañero y amigo, no dejo de luchar.

Los tentáculos de Muzan los hicieron salir por los aires, dando como resultado algunas lesiones para Muichiro e Inosuke.

—¡Min, esto duele!

—¡Yo me hago cargo! —grito Kocho.

Sin embargo, en medio del caos y la ferocidad de la batalla, un giro inesperado alteró el curso de los acontecimientos. Muzan, con su astucia demoníaca, logró dirigir una de sus extremidades al grupo de pilares heridos.

—¡ALTO! —gritó Mey corriendo en su dirección.

El tentáculo de desvío, terminando por en roscar el cuerpo de la cazadora.

—¡IDIOTA! —Sanemi intentó acercarse, pero un grupo de demonios de bajo rango se lo impidieron.

—¡Mey! —sus mejores amigos miraron la acción del pilar del viento, pero más demonios salieron en auxilio de Kibutsuji.

Los demás cazadores salieron volando por los aires al intentar acercarse.

Con un movimiento rápido y preciso, Muzan logró clavar sus garras venenosas en el brazo de Mey.

—¡MALDICIÓN! —grito la pilar al sentir el ardor recorrer sus venas.

El veneno demoníaco comenzó a extenderse rápidamente por su cuerpo, envolviéndola en una oscuridad sobrecogedora.

Mey sintió un dolor agudo y punzante, pero lo peor fue la sensación de que algo oscuro y maligno se apoderaba de ella desde dentro.

A medida que el veneno se propagaba, Mey experimentó cambios físicos y mentales drásticos. Sus sentidos se agudizaron de manera sobrenatural, y una fuerza desconocida comenzó a llenar cada fibra de su ser.

Su piel se volvió pálida y sus ojos adquirieron un brillo rojizo, signos inequívocos de su transformación en un demonio bajo el control de Muzan.

Aunque luchó desesperadamente por resistirse al control de Muzan, Mey se vio arrastrada cada vez más hacia la oscuridad.

Su mente se nubló con impulsos violentos y un hambre insaciable que solo podía aplacarse con la destrucción y el caos.

Los lazos que la unían a sus amigos se desvanecieron bajo la influencia del mal, convirtiéndolos en simples obstáculos en su camino hacia la obediencia a Muzan.

Juntos Hasta El Final [Tanjiro y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora