Capítulo 18

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·Molestas arañas·


—¡¿Dónde está?! —Mey prestó su atención al de máscara de jabalí, su voz impregnada de urgencia.

—En ese lado sentí una presencia —el índice diestro de Inosuke apuntó a un montón de árboles, su tono firme y confiado.

—¡Bien hecho! —Tanjiro sonrió, una mezcla de alivio y agradecimiento en su rostro, enseguida todos corrieron en esa misma dirección.

Si no terminamos con ellos no podremos avanzar, ¡Ayúdenme! —la castaña, con el ceño fruncido y los puños apretados, seguía corriendo, su determinación inquebrantable.

Yo me encargo, ustedes sigan —Murata, jadeando levemente, cortaba los hilos con un poco de dificultad, pero su mirada denotaba concentración y esfuerzo.

—¡Bien! —exclamaron al unísono, la sincronización de sus voces reflejando el vínculo de camaradería y confianza entre ellos.

Tanjiro tomó a Inosuke del brazo, sus ojos reflejando una mezcla de urgencia y preocupación. De alguna u otra forma, debían lograr que los siguieran, sin embargo, al de cabeza de jabalí no le pareció. En el momento en que comenzó a quejarse, Murata trató de intervenir.

—¡Muchiro y Min, juro que cuando regresemos los golpearé! —Inosuke rugió, su voz llena de frustración.

—¡Que así no nos llamamos! —Mey se escuchaba enojada, su rostro enrojeciendo por la indignación, mientras aceleraba el paso para no quedarse atrás.

—¡Tenemos que mantenernos juntos! —gritó Tanjiro, tratando de imponer calma en el caos creciente.

—¡No me den órdenes! —Inosuke se zafó bruscamente del agarre de Tanjiro, su mirada desafiante y llena de furia.

—No es momento para discutir, Inosuke. ¡Nos necesitan! —Tanjiro trató de razonar, sus ojos reflejando la urgencia de la situación.

—¡Ya les dije que ustedes sigan! ¡Yo me encargaré de esto! —Murata insistió, cortando otro hilo con un esfuerzo visible, su espada moviéndose con destreza a pesar del sudor que le cubría la frente.

Mey, sin dejar de correr, lanzó una rápida mirada a Tanjiro, buscando una confirmación de su plan. Tanjiro asintió ligeramente.

—¡Vamos, no podemos perder tiempo! —Mey exclamó, tomando la delantera y adentrándose entre los árboles con agilidad.

Inosuke, aunque reticente, finalmente cedió y siguió a regañadientes. Su orgullo no le permitía quedarse atrás.

El grupo avanzó rápidamente, cada uno concentrado en su tarea. Tanjiro mantenía un ojo en Inosuke, asegurándose de que no se desviara del camino, mientras Mey se adelantaba, sus sentidos alertas a cualquier amenaza.

De repente, un ruido sordo se escuchó a su izquierda. Tanjiro levantó la mano, señalando a los demás que se detuvieran. El grupo se quedó inmóvil, escuchando atentamente.

—Ahí, lo escuché de nuevo —murmuró Inosuke, sus ojos entrecerrados, enfocándose en la dirección del ruido.

Debemos proceder con cautela —advirtió Tanjiro, su voz baja pero firme—. Podría ser una trampa.

Inosuke, con su habitual temeridad, avanzó unos pasos más, pero esta vez Tanjiro lo detuvo con una mirada severa.

Juntos, Inosuke. Juntos somos más fuertes —le recordó Tanjiro, esperando que sus palabras llegaran al testarudo cazador.

Juntos Hasta El Final [Tanjiro y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora