Juntos Hasta El Final [Tanjiro y Tú]

Capítulo 22

·Dulces sueños·

Mey frunció el ceño con impaciencia mientras observaba a Hashibira, quien parecía moverse con la lentitud de un caracol.

—¡Inosuke, ya nos vamos! exclamó, su tono cargado de urgencia— ¡Estás muy lento!

—Ya, ya, Min —respondió Inosuke con desinterés, sin apartar la mirada de lo que sea que estuviera examinando con atención.

—Es Mey, Inosuke — corrigió Tanjiro con calma, intentando ayudar a su compañero a aclarar las cosas—. Inosuke, ¿qué tal si guardas tu energía para la misión?

—¡Tú cállate, Monijro! —replicó Inosuke, irritado por la corrección de Tanjiro.

—Necesitamos mantener un perfil bajo —advirtió Tanjiro, notando las miradas curiosas de los transeúntes que se detenían a observar su intercambio.

—Vaya, ¡es enorme! — exclamó Zenitsu, interrumpiendo la tensión con su característico nerviosismo mientras señalaba hacia adelante.

—Ese animal es el rey de las bestias, está dormido... hay que tener cuidado —advirtió el de mascara, su voz cargada de energía mientras observaba el imponente tren frente a ellos.

—Es un tren, ¿qué no saben? —suspiró Zenitsu, frustrado por la aparente ignorancia de sus compañeros.

—Inosuke, espera — instó Tanjiro, tratando de contener la impetuosidad del cazador salvaje mientras observaba como Inosuke desenvainaba sus katana— ¿Y si este tren es el dios protector de estas tierras?

—Zenitsu ya dijo que es un tren... —murmuró Mey con resignación, compartiendo la preocupación de Tanjiro por la seguridad de todos.

—Mejor subamos, si no se irá —sugirió Tanjiro finalmente, tomando la decisión de abordar el tren antes de que fuera demasiado tarde.

Los cazadores subieron al tren con cautela, preparados para lo que fuera que encontraran en su interior.

La incertidumbre se cernía sobre ellos, pero estaban determinados a cumplir con su deber y proteger a aquellos que dependían de ellos.

—Tanjiro... —susurró Agatsuma en voz baja, su tono lleno de dudas y preocupaciones— ¿Seguro que fue buena idea traer a las chicas? Creo que estarían mejor en la sede —expresó, mostrando su preocupación por la seguridad de sus compañeras.

—Confío en que podemos cuidar de ellas —dijo, su tono lleno de seguridad—. Además... ellas no son débiles.

Mey abrió la puerta trasera del tren, instando a sus compañeros a enfocarse en la tarea que tenían por delante. 

—Chicos, debemos buscar a Rengoku —anunció, su voz firme y decidida mientras los guiaba hacia adelante.

—El pilar de la llama, ¿verdad? ¿Cómo es él — preguntó Zenitsu, mostrando su característica curiosidad mientras seguía a los demás al interior del tren.

—Tiene el cabello llamativo...

—¡Delicioso! 

—¡Ahí está! — exclamó Mey emocionada, acercándose a Kyojuro, quien estaba disfrutando de su cena con entusiasmo— . Buenas noches, señor Rengoku —saludó Mey con una amplia sonrisa, mostrando su respeto hacia el poderoso Pilar.

—¡Oh, pero si eres mi tsuguko! —respondió Kyojuro con calidez, reconociendo a Mey como su discípula potencial.

—¿Tsuguko? —preguntó Tanjiro, intrigado por el término.