Capítulo 34

5.6K 506 419
                                    

•Papá, mamá •

Ambos chicos se separaron y se pusieron en guardia, conscientes de la amenaza que representaban los dos demonios frente a ellos. La tensión en el aire era palpable mientras esperaban para escuchar lo que los demonios tenían que decir.

—¡Tranquilos, no venimos a pelear ni nada de eso! —intervino el demonio de ojos arcoíris, jugando con sus abanicos de manera despreocupada.

—Douma y yo solo venimos a decirte algo —añadió el acompañante del primer demonio, manteniendo su rostro sereno a pesar de la situación tensa.

Tanjiro, tomando la mano de Mey, trató de mantener la calma mientras esperaba la respuesta de los demonios.

—¿Qué es lo que quieren? —preguntó, tratando de ocultar su nerviosismo.

—Te atacarán más pronto de lo que crees —respondió el demonio de ojos arcoíris, sin rodeos.

Antes de que la conversación pudiera avanzar, una pregunta comenzó a repetirse en la mente de Mey: ¿Por qué las lunas superiores venían a advertirles esto?

—¿Por qué vienen a decirnos esto? —inquirió Mey, con una mirada penetrante dirigida hacia los dos demonios.

—Libertad. Cualquier ser vivo la desea, aún si significa que debes traicionar a los tuyos —respondió el acompañante del primer demonio, con un tono de voz sombrío.

—¡Además siempre nos está dando órdenes y nos amenaza! —agregó el demonio de ojos arcoíris, revelando un resentimiento palpable.

Tanjiro suspiró, reconociendo la verdad detrás de las palabras de los demonios.

—Debe ser muy malo como para que las primeras lunas superiores hayan decidido irse —murmuró, compartiendo la preocupación de Tanjiro.

—¡Así es, Mey! —asintió el demonio de ojos arcoíris, escondiendo su rostro detrás de uno de sus abanicos.

—¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó Mey, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda ante la repentina revelación.

—Cuando Tanjiro estaba con nosotros no dejaba de repetir tu nombre, bueno no solo el tuyo, también el de una tal Nezuko, ¿creo? —respondió el demonio, con una sonrisa maliciosa.

—No tienes por qué decirle eso... —murmuró Tanjiro, incómodo ante la mención de su hermana.

—Tenemos que irnos —intervino el otro demonio, dirigiéndose en sentido contrario.

—¡¿Tan rápido?! Quería conocer a la chica un poco más.

 —¿Por qué quieres hacer eso? —cuestionó Mey, confundida por el repentino cambio de actitud.

—Debo admitir que eres linda, pero quiero que seamos amigos —respondió la segunda luna con sinceridad.

—En otra ocasión será —concluyó el la primera luna, arrastrando a su compañero antes de desaparecer—. Nos vemos.

—Si... —respondieron Tanjiro y Mey al unísono, aún sorprendidos por el encuentro.

—¡Algo más! ¿Eres la hija de Yuki Matsumoto, verdad? —preguntó el demonio antes de desaparecer.

—Uh, sí —respondió Mey, sorprendida por la referencia a su madre.

—Vaya sorpresa —murmuraron los demonios antes de desaparecer por completo.

Juntos Hasta El Final [Tanjiro y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora