Capítulo 27

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•Sigues con vida•

Con manos temblorosas, Mey tomó entre sus dedos la prenda de cuadros y la acercó a su rostro, inhalando profundamente el leve aroma que aún permanecía impregnado en el tejido.

Aunque el olor no era fuerte, era suficiente para evocar recuerdos y emociones en su corazón. Era el distintivo aroma del haori de Tanjiro Kamado, un vínculo tangible con su amado perdido en la batalla.

Con un nudo en la garganta, Mey abrazó el haori con fuerza, aferrándose a él como si fuera la única conexión con Tanjiro que tenía en ese momento.

Trató de contener las lágrimas que amenazaban con brotar, decidida a mantenerse fuerte frente a Nezuko y el desafío que tenían por delante.

—Ahora sé que sigues con vida —murmuró Mey, su voz cargada de emoción y esperanza mientras entregaba el haori a Nezuko, quien lo recibió con los ojos brillantes de alegría y gratitud.

Aunque todavía había una inquietud palpable en su expresión, parecía aliviada por tener una pista sólida sobre el paradero de Tanjiro.

Con cuidado, Mey dobló la prenda y la guardó en la caja de Nezuko, consciente de que aún quedaban unas horas antes del amanecer. Sabía que debían aprovechar cada momento para seguir buscando a Tanjiro y reunir las piezas dispersas de su equipo.

Esta vez, su misión era encontrar al chico con vida, no solo enfrentarse a cualquier demonio que se interpusiera en su camino.

No hemos encontrado nada más, ¿Deberíamos regresar? —Nezuko asintió, dirigiéndose de inmediato hacia la comodidad de su caja, buscando algo de descanso antes de la próxima búsqueda. Luego de eso, se marcharon.

—Eso...estuvo cerca —el demonio de ojos brillantes mantuvo su boca tapada con sus manos, evitando hacer cualquier ruido que pudiera revelar su ubicación.

Cuando Mey llegó, esperó con impaciencia la llegada de sus compañeros. Estaba ansiosa por compartir la emocionante noticia que había descubierto junto a Nezuko.

Después de poco más de una hora, el dúo de cazadores finalmente regresó, llevando consigo bolsas llenas de frutas que habían recogido durante su expedición.

Solo denme un par de días más, les aseguro que esta vez tendré éxito —dijo Mey, con una sonrisa llena de esperanza mientras se sentaba junto a ellos.

—No lo sé Mey —Zenitsu comía algunas uvas, mostrando cierta indecisión.

—Ya nos encargamos del demonio ¿Por qué quedarnos más tiempo? —Inosuke agregó, siguiendo el ejemplo de su amigo.

Sé que es repentino, pero ¡Es importante! —Mey respondió, su voz llena de convicción.

Es importante saber por qué, ¿no crees? —Zenitsu levantó una ceja, esperando una respuesta clara.

—Es que... —las manos de Mey temblaron ligeramente, su voz apenas un susurro—, creo que estamos cerca de él...

—¿Qué quieres decir con eso? —Inosuke preguntó, sus ojos llenos de curiosidad mientras miraba a Mey.

Mey sacó el haori de Tanjiro de su bolso y lo mostró a sus compañeros. La sorpresa y la esperanza llenaron las expresiones de Zenitsu e Inosuke al reconocer la prenda.

—Eso es de... —Zenitsu comenzó, sus ojos ampliándose con incredulidad.

Tanjiro, lo sé. Esto lo encontré en el bosque y eso quiere decir que... —Mey dejó la frase sin terminar, dejando que sus palabras se hundieran en el aire llenas de significado.

Juntos Hasta El Final [Tanjiro y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora