Juntos Hasta El Final [Tanjiro y Tú]

Capítulo 40

•Cartas con amor•

1 día después

La noticia no tardó mucho en llegar a oídos de todos. No había nadie que no se lamentara por ello; sin duda, algunas personas estaban más afectadas que otras, pero todas estaban heridas.

La tragedia había dejado una marca profunda en cada corazón.

El funeral de ambos chicos se llevaría a cabo ese mismo día, y todos irían para poder despedirse. La atmósfera estaba cargada de una tristeza densa y palpable.

Cada rincón del lugar reflejaba el dolor colectivo de una pérdida tan significativa.

Rengoku, se encontraba en su habitación, con una hoja de papel frente a él, tratando de encontrar las palabras adecuadas para el homenaje. Cada palabra que escribía era un esfuerzo consciente de canalizar sus sentimientos más profundos.

Recordaba los momentos compartidos, las risas, las enseñanzas y los sacrificios.

Para él, lo más importante eran los sentimientos, y quería que cada palabra reflejara eso.

Su tarea se vio interrumpida por las niñas que solían estar siempre con Shinobu. Su presencia rompió el frágil silencio de la habitación.

—Rengoku-sama, tenemos la obligación de darle esto —una de ellas dijo con voz temblorosa mientras le extendía un pequeño sobre.

—¿Qué es esto? —preguntó Kyojuro, su habitual sonrisa ausente, su voz teñida de curiosidad y preocupación.

—No lo sabemos, pero la señorita Mey nos dio instrucciones de dárselo. Nos retiramos.

—Mey dejó más cartas para los demás. Las entregaremos personalmente. Con permiso —dijeron al unísono antes de salir en silencio, dejando una estela de misterio y tristeza.

Rengoku se quedó totalmente solo, el sobre en sus manos pesaba más de lo que parecía. Se preguntaba por qué su pequeña le había dejado esto.

¿Qué mensaje importante había considerado necesario escribir antes de partir?

—¿Qué es esto, Mey? —murmuró, con la voz rota, mientras abría el sobre con manos temblorosas y comenzaba a leer.

De: Mey Matsumoto

Para: Kyojuro Rengoku

Querido Kyojuro,

Quería aprovechar esta oportunidad para expresarte lo profundo de mi gratitud por todo lo que has hecho por mí. Gracias por apoyarme cuando más lo necesitaba, por enseñarme con paciencia y dedicación, y por creer en mí incluso cuando yo dudaba de mí misma. Has sido una de las mejores personas que he conocido en mi vida, una de las más importantes y valiosas.

Recuerdo la primera vez que nos conocimos; estabas lleno de energía y con una sonrisa que iluminaba la atmósfera. Desde ese momento, supe que serías alguien especial, alguien a quien valía la pena seguir.

A lo largo de nuestro tiempo juntos, aprendí tantas cosas valiosas de ti. No solo me enseñaste a pelear y a ser más fuerte, sino también a valorar a las personas, a mantenerme firme en mis convicciones y a encontrar esperanza incluso en los momentos más oscuros.