Over again [H.S]

Capítulo 9: Lo que cambió.

Manchester era muy diferente a lo que era el pueblo en donde vivía antes. Me costaba acostumbrarme a él y a su gente que lo rodeaba. Sí, era mucho más grande y no sabía como hacer mi estadía más amena. Antes había ido muchas veces, pero nunca para vivir en el.

Arthur estaba recuperando su animo de apoco y era algo que me alegraba, ya no se le veía decaído. Y papá, él era un caso aparte... su actitud se mostraba más extraña de lo que había sido en Holmes.

Con Harry conversábamos a través de mensajes de textos. O muchas veces hacíamos videollamadas por computador, ya que no tenía acceso a un móvil como el de él para hacer facetime. Aunque quisiera tenerlo, no podía... mi dinero no era suficiente.

El día de navidad cuando me había marchado, me llamó, deseándome una feliz navidad y haciendo que sonriera como tonta el resto de la noche sin poder dormir. Harry era mi cable a tierra, era la persona que me hacía olvidar mis problemas y dolores; él lo era todo.

¿Cómo iba a superarlo?, cuando fue la mejor persona que había aparecido en mi vida.

Quizá el tiempo podría pasar demasiado rápido, pero aún así, no era suficiente para olvidarme de alguien como él. Sobre todo cuando estaba pendiente de su cumpleaños. Le había prometido ir a verlo y felicitarlo; estaba ansiando que llegara ese día. Y cuando llegó, creí ser la persona más feliz de la tierra.

Había ido a su pueblo como lo prometí, quedamos en juntarnos en el terminal de Holmes. Y esta vez, no esperé, porque él estaba de pie esperando por mí. Cuando bajé, lo abracé aspirando su perfume; una droga tan dulce y anhelada. ¡Qué bien se sentía estando entre sus brazos!

Ahora tenía otra definición de lo que sentía por él; Harry era mi cable a tierra y una droga adictiva que me costaría dejar.

Al separarnos, él me dio una sonrisa encantadora.

—Leah...

—Harry —reí—. estás más alto —le digo tocando su cabeza.

Hizo un pico con sus labios.

—¿Lo crees?

—Lo creo —afirmé segura de mis palabras—. aún no te cortas el cabello.

Sonrió mostrando sus hoyuelos.

—Y no lo haré.

—Bieeen... —volteé mis ojos para luego recordar algo importante—. ¡es verdad! —chillé avergonzada—. ¡estás de cumpleaños!

—Creí que lo habías olvidado.

—Nunca...

Lo abracé rodeando su cuello con mis extremidades y pude sentir como el envolvía mi cintura con sus brazos, apegandome a su cuerpo mientras reía cerca de mi oreja.

—Feliz cumpleaños Harry.

—Gracias... me da gusto que estés aquí.

Dejé un beso en su mejilla antes de separarme y tomé de su mano tironeando hasta afuera del terminal de buses. Él me observó con una ceja alzada y volvió a darme una de sus sonrisas mientras entrelazaba sus dedos con lo míos.