Capítulo 20: Leah, te mataré.

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Leah

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Leah.

La mirada de Harry era atrayente, tanto así, que deseaba que me besara pronto. Él no dejaba de mirar mis labios y luego mis ojos, estaba indeciso; aunque estuviera en aquel estado de embriaguez, era consciente de lo que ocurría.

Apoyé ambas manos en sus hombros y lo alejé con pesadez. No quería hacerlo, pero debía. La razón era tan simple que llegaba a doler. Harry no estaba enamorado de mí y, si me besaba, solo terminaría con el corazón roto una vez más.

—Debemos volver —suspiró quitando mis manos de sus hombros—. tomáremos un taxi.

—Lo siento...

Movió su cabeza hacia los lados negando.

—No te disculpes Leah. Caminemos —sonrió.

Sin replicar, seguí su paso de cerca, mirándolo de vez en cuando. Harry se veía frustrado y, me sentía mal por ello. ¿En qué estaba pensando cuando lo alejé? ¡era una idiota!, tan solo era un beso, no era nada grave; me estaba comportando de una manera estúpida.

Harry alzó su mano para detener a un vehículo, y al abrir la puerta, me pidió entrar primero que él. Al hacerlo, acomodé mi espalda en el respaldo y miré nuevamente a Harry quien se sentaba a la vez que cerraba la puerta de su lado.

—Estoy muerto —habló cerrando sus ojos—. el tequila está haciendo efecto.

—Hemos bebido demasiado...

—Tú no has bebido nada —dijo ladeado su cabeza para observarme mientras su nuca estaba apoyada en el respaldar—. creo que hice un buen trabajo al cuidarte.

Solté una risita pequeña.

—Aún así, estoy muy mareada Harry. No estoy acostumbrada a beber.

—Lo sé, tu hermano me lo informó ¿recuerdas?

—Arthur nunca calla su boca —reí—. aún así, es un buen hermano —informé.

Noté como tragaba saliva y miraba hacia el lado de su ventana.

—¿Ocurre algo?

—No... —miró al taxista y luego a mí—. aquí no.

Harry no deseaba conversar frente a una persona desconocida, y lo entendía, así que tan solo nos quedamos en silencio hasta parar frente a mi hogar. Al bajarnos, traté de mantenerme en pie. Sin querer, mi cabeza ahora estaba mucho peor que antes; definitivamente el tequila había hecho su efecto.

Me sujeté del tronco de un árbol y esperé con paciencia que Harry terminara de cancelar el trayecto. Cuando lo hizo, me observó con diversión. Suponía que mi rostro no era el mejor en ese momento, las ganas de vomitar aún estaban presentes.

—¿Te sientes muy mal?

—¿No se nota? —reí.

—Te ayudaré hasta la entrada de tu casa —dijo mientras tomaba de mi brazo, pasándolo por detrás de su espalda para que me sujetara de él—. solo nos quedan unos cuantos pasos —informó aguantando una risa.

Over again [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora