Over again [H.S]

Capítulo 22: ¿Verdad o reto?

Hay otro capítulo antes de este por si no lo han leído 🥺

———
Leah.

Me sentía tonta. Aunque eso no era novedad, ya que cada vez que sucedía algo estúpido o algo en donde me podía ver involucrada y sentirme avergonzada, me hacía sentir como una tonta. Harry había dicho algo de no querer lastimarme y, pese a su advertencia, no evitaba sentirme de ese modo; dolida.

Sin embargo, pensaba que quizá estaba exagerando. Yo no era nada de él, y él tampoco de mí. Harry me dio una pequeña esperanza, pero no era para ilusionarme por completo. No tenía derecho a reclamar ¿o sí?

—Toma —dije dándole un vaso con agua—. creo que ambos estamos con resaca.

—Gracias, eres una linda hermana.

Sonrió levemente tomando del vaso mientras miraba el interior de este. Arthur se sentía perdido, lo podía notar a simple vista. Su mirada se encontraba entristecida y no hablaba demasiado; solo lo justo y necesario. Alicia había acabado con él y, no sabía como ayudarlo.

—¿Necesitas algo más?

—Solo desaparecer... —murmuró.

Ay no, odiaba verlo de ese modo.

—Arthur —apoyé mi brazo en su espalda, abrazándolo—. eras mucho para Alicia, ella no te merece —dejé reposar mi cabeza en su hombro—. además, no era muy linda —bromeé.

—Lo dices porque eres mi hermana —bufó—. quiero estar solo Leah —pidió dejando el vaso en el mueble que estaba a un lado de su cama. Arthur se recostó en el colchón y me dio la espalda.

—Te dejaré solo, pero sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

Agitó su mano en el aire para que saliera pronto de su habitación. Solté un suspiro frustrado y me alejé del cuarto cerrando la puerta. Mi abuela estaba de pie en el corredor esperando, le di un movimiento de cabeza y ella se alejó escaleras abajo a la vez que la seguía.

—Pronto lo superará —comentó ella cuando llegamos a la cocina, sentándonos en unas sillas que rodeaban la mesa pequeña—. solo es un mal de amores.

—Al parecer le afectó demasiado ese mal de amor...

Junté mis manos en la mesa, mirándolas con incertidumbre.

—Te ves igual de afectada que él cariño. ¿Ocurrió algo con Harry?

—Abuela —la miré encogiéndome en la silla—. no es nada, tranquila.

—Confía en mí, recuerda que sé guardar secretos.

La miré unos segundos para luego desviar la vista nuevamente hacia mis manos.

—Es sobre él —confirmó por su cuenta—. ¿qué pasó? ¿te dijo algo malo?

Negué.

—Solo no sé que hacer...