Capítulo 26: Una amistad bastante extraña.

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Leah

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Leah.

Probablemente Harry estaba molesto, probablemente él no quería hablar conmigo y probablemente quizá la había cagado en grande.

No habíamos hablado demasiado después de eso, ya que me había escapado con la escusa de que saldría a esos puestos de artesanía y visitaría algunos lugares cercanos. Además, él había aceptado sin rechistar. Sabía que estaba incómodo con lo sucedido ¿y quién no?, la había jodido. Harry podía ser muy amable, simpático y agradable persona cuando se lo proponía, pero no estaba segura si en ese momento me perdonaría por lo que había hecho.

¡Aunque tampoco era tan grave!, solo era mi virginidad... O quizá sí... después de todo, se la había entregado a la persona que más quería en esos momentos, que era él.

Nunca había querido hacerlo con mi ex novio u otras personas que pasaron por mi vida. Sin embargo, si hubieron toqueteos y juegos a ese nivel de estar a un paso de hacerlo; digamos que... siempre me detenía antes de que sucediera algo más. Y no era por pensar en el castaño de ojos verdes. Solo era porque no me sentía lo suficiente cómoda como para estar con ellos. ¡Tampoco hubiera imaginado que volvería a ver a Harry!

Esto era tan tonto...

¿Cómo volvería hablarle de manera normal?

Miré la hora en mi móvil y solté un suspiro frustrado al darme cuenta de que ya era hora de volver nuevamente al hotel. Había estado evitando el momento de encontrármelo, pero no podía quedarme toda la tarde escabullendo. Después de todo... era año nuevo.

Esa noche hubiera sido casi perfecta si le hubiera comentado a Harry sobre mi virginidad y que aún no era desflorada por alguien. Todavía recordaba su expresión estupefacta al decirle en el momento menos adecuado de mi condición.


—¿Qué? —preguntó mirándome directamente a los ojos. Casi con una expresión divertida, ya que había soltado una risa de por medio. 

—Soy... virgen —volví a repetir. 

Quise olvidar el dolor que estaba sintiendo en mi zona baja, pero era algo inevitable. Aún podía sentir algo dentro de mi arder, como si hubieran raspado con fuerza y hecho una herida (no estaba muy lejos de esa descripción). Harry con su antebrazo apoyado a un costado de mi cabeza, me observó perplejo. Tragó saliva y desvió su vista hacia abajo, en donde aún mantenía su prominencia dentro de mí. 

—Leah... ¿por qué no me dijiste antes?

Mordí mi labio inferior con fuerza al percibir como se salía de mí. Lo había sentido todo. ¡Había dolido como el infierno!

Él cambió su expresión a una de preocupación y tocó mi mejilla con su mano, borrando el rastro de una nueva lágrima que había caído por uno de mis ojos. 

Over again [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora