•ℭ𝔞𝔯𝔢 𝔣𝔬𝔯 𝔪𝔢•

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Bakugo Katsuki pensaba que era una estupidez ver películas en vez de entrenar o hacer algo que a él si le interesara, sin embargo ya no podía echarse para atrás después de haberte acompañado a comprar las cosas, e ilusionarte de esa manera.

El no era así, por lo que en ese momento se encontraba pasando las palomitas de su bolsa original, hasta una fuente más grande y abierta.

"¿Por qué mierda acepte desde un principio?"

Lo pensó pero no consiguió llegar a una respuesta, después de todo últimamente era casi imposible resistirse a ti, hablabas mucho y lo irritabas pero por lo menos así no se aburría tanto.

-Hace algo de frío-

-¿Con quien hablas, fea?-

-Tu no me escuchas, haré fuego-

-¡Solo prende la calefacción!-

Para ti Bakugo no sabía nada de partys de peliculas ¿acaso nunca había hecho alguna con amigos? probablemente no.

Pensabas que con fuego, mantas, lluvia, palomitas y películas, era la ocasión perfecta para aquella tarde, por lo que luego de que estuviera todo en orden te sentaste en el sofá y aprendiste el televisor.

Mientras tanto Bakugo estaba sirviendo la bebida en dos vasos, aún molesto por estar haciendo todo eso.

-¡Ya apurate!-

"Maldita estupida de mierda ¿por qué cree que..."

No pudo seguir insultandote en su mente al verte tan concentrada después de cruzar el pasillo.

Se sentó en el otro extremo del sillón, casi intentando quedar lo más lejos posible de ti y te diste cuenta de ello, lo cual te pareció un poco normal viniendo de él.

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Estuvieron tres horas ahí, incluso habían tomado la confianza como para subir sus pies al sofá.

Tu comentabas cada cosa que te pareciera chistosa o genial en la película, te divertía pero él, él sintió todo el tiempo que ya no debía darte más importancia.

Se estaba autoconvenciendo de que no era bueno estar a tu lado, por el simple hecho de que ese día se había estado sintiendo extraño.

-Bakugo...-

-¿Ah? ¿qué quieres?-

-¿Puedo llamarte Katsuki?-

-¡No!-

Te habías distraído reflexionando sobre la actitud del rubio, aveces te agradaba pero creías que tu no a él y en realidad no tenía que importarte, por eso te hallabas confundida.

¿Pensabas tanto en él por que eras su niñera o..? ¿O que? tu sola estabas logrando estresarte, así que determinaste fin a aquel rato juntos.

-Bien, iré al cuarto. Si quieres algo me avisas-

Te descubriste de las mantas y caminaste hasta la escalera, pero tuviste que detenerte al escuchar la voz ronca del rubio.

-Fea...-

-Ya no me digas así-

Sonreiste a pesar de que no te gustaba el apodo, pero dejaste de hacerlo al ver el rostro serio de Bakugo.

Ninguno se demostraba como normalmente eran y no lo entendían.

-Yo...perdón-

Fue casi como un susurro que por suerte escuchaste muy claro, fue evidente para ti saber que le había costado decir eso, y que lo hizo por lo sucedido en la academia.