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Paraste de caminar cuando Keigo sujeto tu mano para que hablaras con él respecto al rubio ceniza, y usar un poco de fuerza fue su ultima alternativa despues de que no le hayas prestado atención durante todo el trayecto hasta la salida.

Estaba siendo tan insistente y por eso que te volteaste para ver que diablos quería, ya estando bastante molesta y frustrada, agregando que su rostro serio y relajado lograba que te pusieras nerviosa mientras se acercaba. 

-¿Te iras con el despues de todo?-

-No es como que tenga otra opción, debo llevarlo a casa-

El mas alto noto como intentabas reprimir tu enfado por tu trabajo pero sabia que eso no seria algo bueno, ya que conocia ese lado tuyo que muy pocas veces dejabas salir, ese lado en el que cualquier cosa, por muy pequeña que sea, te hacia explotar.

-Miren con quienes me encontre... que agradable sorpresa-

-Este no es el momento Touya-

Observaste como el pelirrojo afirmaba su cuerpo apoyando su brazo en el hombro de Keigo, mostrandose incluso mucho mas intimidante que otras veces, sosteniendo un vaso de plastico con algun tipo licor y relamiendo sus labios. 

Era agotador que aquel sujeto te siguiera a todos lados, como si siempre estuviera informado de donde estarías, siempre un paso más adelante; pero ya no estabas para mas juegos absurdos. 

-Eh, no sean aguafiestas ¡podriamos ir a divertinos!-

-¿A-a que te refieres?... como sea, Tn, lo mejor sería que vallas a mi departamento, estaras segura y no tendrás que soportar a ese idiota-

Suspiraste al preguntarte si Keigo era un buen amigo, o en realidad solo se estaba aprovechando de la situacion, pero como fuera, no aceptarias su oferta. Quizas lo mejor seria descansar, calmarte y lo mas importante, hablar a solas con Bakugo.

-Me voy-

Empezaste a caminar e instantáneamente los chicos se quejaron, Touya mas que Keigo, que tambien fue el mismo que no dudo en avanzar contigo entre que sujetaba tu cintura, por eso le arrebataste el vaso de las manos antes de que pudiera pensar en decir algo, y la gran cantidad de liquido que dejaste caer en su ropa, fueron suficiente para detenerlo.

Por ultimo lanzaste el plastico hasta el pecho del que ahora tenia las manos en sus bolsillos, con su tipica expresion neutra, que no cambio ni cuando le advertiste que no se metiera en tus asuntos.

-Que dificil-

-Solo tienes que dejarla en paz, y aceptar que le gusta ese niño-

-Hablas como si tu ya lo hubieras hecho-

No escuchaste la corta dialogacion de ellos, simplemente viste de pasada al abrir la puerta como el pelirrojo regresaba a la fiesta, y Keigo se quedaba ahi en el pasillo, bajó las luces que hacian resaltar su delgada figura. 

Por fin, fuiste capaz de respirar tranquilamente fuera del lugar, concentrandote solo en la letra de una canción que se oía de fondo, hasta que percibiste la presencia de los mas jovenes.

-Tn...-

-Vamos a casa, estoy cansada-

Ni siquiera tomaste unos segundos para mirar a Bakugo, solo diste unos cuantos pasos hacía una parada de transportes publicos para esperar a que se asomaran, siendo seguida en silencio. 

El transcurso hasta la casa fue incomodo para los tres, especialmente para Kirishima que no sabia que diablos hacia ahí, y que se sentia un poco culpable por convencer al rubio de entrar a la fiesta, solo por su propia curiosidad.

•ℭ𝔞𝔯𝔢 𝔣𝔬𝔯 𝔪𝔢•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora