³⁵

4.6K 432 550
                                    

-¡Katsuki, yo entraré primero!-

-Ahg, bien ¡pero apurate perra!-

Asentiste mientras bajabas las piernas de su cadera, logrando de casualidad un roce sobre el pantalón del rubio con tu zona íntima, a lo que respondió con una mueca y tú, con otra, para después intentar fingir que no habías sentido nada.

Luego sujetaste la polera que antes habías elegido y fuiste hasta el baño, donde, un tanto avergonzada por lo ocurrido y sin poder evitar tener algunas sensaciones extrañas, abriste la llave de la ducha para que comenzara a correr el agua.

Siendo escuchada por el rubio desde el sofá, incitandolo a imaginarse todo tipo de cosas eróticas contigo, deseando ir hacía allá para saciar su gran e impulsiva necesidad, pero que lo termino obligando a llevar su mano hasta su miembro.

Lo que no sería suficiente; y por eso, entre que quitabas cada prenda de tu piel, él se desvestia dejando un corto camino de ropa, también, a medida que avanzaba por el pasillo, llegando al baño en menos de un minuto, temiendo al deslizar la puerta lentamente y sin llamar tu atención.

Continuó observando por atrás como retirabas la penúltima pieza, quedando sólo en bragas al estirar tu mano y sentir la temperatura del agua, que ya se encontraba bastante caliente, pero perfecta para ti.

Por eso, decidió acercase y posicionar sus manos sobre tu cintura, sosteniendo su barbilla en tu hombro y soltando una voz ronca que penetró en tus oídos, sorprendiendote.

-¿Quieres compañía?-

Te mantuviste en silencio con los brazos cubriendo tus senos debido a la timidez, pero luego te volteaste para descubrir la total desnudez del rubio, junto a su engreída sonrisa.

-Te ves bien-

Mordiste tu labio inferior entre que ignorabas el comentario y deslumbrabas su cuerpo, tan marcado, tan musculoso y bien cuidado que te entraban ganas de saborearlo, pero en cambió, hiciste que se quedara viéndo como retirabas tu última ropa.

Pasándola despacio por tus muslos, de ellos a las rodillas y pantollilas hasta llegar al suelo, lento, provocando al excitado rubio ceniza, haciéndolo esperar pero él ya no podría aguantar mucho tiempo más.

El afán de tenerte lo invadía.

-Suficiente-

Tomó tu muñeca para guiarte a la bañera, donde hizo que tus manos se pegaran a la pared, mientras el agua corria por tu espalda llegando a tu trasero, que había quedado a merced de él, y se detuvo para poder contemplarlo, sin desperdiciar el momento al apretar su pene contra éste.

Haciéndote desearlo dentro de ti, soltar un suspiro por el espasmo que provocó, pero aún no, no quería que las cosas pasaran muy rápido.

Quería que te desesperaras por él, que le pidieras, que rogaras si era necesario; así que movió el grifo hasta tus labios para que las gotas chocarán en tu clítoris, clavando sus dedos en tus glúteos cuando te atraía a su miembro.

Tus suspiros se mantuvieron, y por eso se sostuvo al poner sus manos con las tuyas sobre la pared, colocando sus dedos en medio de los tuyos para besar tu cuello húmedo y lamerlo repetidas veces, pero tú igual querias tener algo de control por lo que te intentaste voltearte, siendo detenida de inmediato.

-Tranquila, ahora mando yo perra-

Dio una suave nalgada y buscó el jabón para pasarlo por cada rincón, cada pliegue y curva, haciendo que te alejaras de la pared, permitiendose pasar lo anterior por tus pechos, tocando intencionalmente tus pezones mientras el agua caía por ellos.

•ℭ𝔞𝔯𝔢 𝔣𝔬𝔯 𝔪𝔢•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora