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-Antes de que te vallas ¿por qué no me presentas mejor a tu novio?-

Paraste de caminar al ver al rubio ceniza junto a su amigo a un costado del muro, siendo descubiertos al mismo tiempo en que Touya los mencionaba.

-¿Que hacen aquí?-

-¡Yo iba a preguntartelo!-

Estabas muy sorprendida por todo eso, pues no esperabas que estuvieran ahí y te preguntabas ¿cuánto habrían visto o escuchado?, como sea, no era bueno quedarse.

-Lo hablaremos luego, vamos-

Intentaste avanzar al igual que Kirishima, pero no pudieron al ver como el rubio retrocedía hasta el otro pelirrojo, que ya estaba en alerta por el rostro arrugado de rabia, del menor.

-¡Bakugo espera...

-¿¡Quien mierda te crees!?-

Cuando estuvo cerca no dudo en tomar su polera y abrir su otra mano para demostrar que era capaz de hacerlo explotar, pero Touya no se veía para nada dispuesto a conversar con él, menos de esa manera.

Y sonrió, retirando luego el agarre con un golpe en el brazo del rubio ceniza, que enseguida hizo una explosión pero sin conseguir darle al pelirrojo, ya que lo esquivó con buenos reflejos e intento expandir sus flamas contra éste.

-¡¡No te atrevas!!-

De un momento a otro tenias a Touya delante tuyo, con trozos de hielo grandes y puntiagudos que lo rodeaban por completó, a muy pocos centímetros y amenazandolo con atravesar su cuerpo.

Éste quedó inmóvil al igual que Bakugo, pero el último estaba simplemente sorprendido por lo que podías llegar a hacer, y para que eso no pasara a mayores debía tranquilizarse primero.

-Fea...

-Lo siento Todoroki, pero ya no eres el único capaz de hacer cualquier cosa. No vuelvas a querer lastimarlo-

No hiciste desaparecer el hielo hasta que el rubio estuvo cerca de ti, luego de hacerle un gesto para que pudieran irse junto a Kirishima, que también estaba muy confundido por lo que allí ocurrió.

Mientras tanto, Touya solo los veía caminar notando cierta lejanía entre ustedes, no como esa vez bajó la lluvia donde fueron bastante cariñosos, así que asumió que algo pasaba y no desaprovecharia aquélla oportunidad para seguirlos.

Así podría descubrir algunas cosas que quería.

-Lo siento Kirishima, se que no entiendes nada de lo que paso-

-¡No te preocupes! pero... ¿qué hacías con ese sujetó ahí? ¡ah, se que no me incumbe pero...

-¡¡A mi si me incumbe y quiero una jodida explicación fea!!-

-La tendrás, calma-

-¿¡Calma!? ¿¡Como esperas que este calmado!? ¡¡Tenía muchas ganas de partirle la cara a ese idiota!! ¿¡Por qué te estaba tocando de esa manera y por qué...

-Ya cierra la boca, dije que te explicaría pero deja de gritar en frente de todos-

Suspiraste al notar como las personas que pasaban al lado del rubio lo quedaban mirando algo asustados, por su tono de voz y obviamente también su rostro, que cada minuto se veía más molesto, así que le pediste espacio a Eijiro para poder conversar con él rubio, lo que acepto para luego marcharse y dejarlos solos.

-¡No iremos a casa! ¡la vieja está allá y no será agradable! ¡así que ven!-

Empezó a avanzar más rápido para dejarte atrás de manera intencional, pues aún no se le pasaba su enfado contigo, en realidad había aumentado considerablemente. Ya no te comprendía en absoluto.

•ℭ𝔞𝔯𝔢 𝔣𝔬𝔯 𝔪𝔢•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora