10.9K 1.2K 657
                                    

Pasaron unas tres horas y te estabas comenzando a preocupar ya que se estaba oscureciendo.

Eran las nueve y las pocas veces que Bakugo había salido siempre volvía temprano.

"Por esto necesito su maldito numero"

Se te ocurrió pedírselo a la señora Mitsuki, ella no se negaría por el bien de su hijo así que le mandaste un mensaje, que fue contestado unos minutos después.

Ya tenías el número del rubio, pero no pudiste llamarlo al escuchar la puerta delantera abrirse.

-¡Bakugo! ¡Es muy tarde!-

-¿¡Y que!? ¡Yo llego a la hora que quiero!-

-Pero deberías avisarme por lo menos idiota-

Miraste que venía con la misma polera de tiras y el short con el que salió, a pesar del frío que hacía afuera. También estaba sudando por lo que podía tomar un resfriado si seguía así.

Le aconsejaste que se diera un baño caliente mientras tu le preparabas un té, y se negó a hacerte caso por un principio pero luego solo lo hizo.

Cuando salió del baño con su cabello mojado y la playera negra con una calavera, supiste que el tenía un estilo que te gustaba mucho.

"Es lindo"

-¿Donde mierda está mi celular perra?-

"Retiro lo pensado"

Moviste tus hombros al dejar el té sobre la pequeña mesita que estaba en frente del sofá, donde ambos se sentaron para ver la televisión.

-Escuche que se acerca el festival deportivo de la U.A-

-Si ¿y qué?-

-¿Saliste a entrenar? supuse que por eso andas tan preocupado, por esto de la lista de alimentos y así-

-Tks...no te incumbe-

-¿Cual es tu objetivo?-

-¿Ah?-

-¿Que tipo de héroe quieres ser?-

-El número uno-

Era la primera pregunta que te respondía con certeza así que no pudiste evitar querer mirarlo a los ojos, y lo hiciste.

Estos se encontraban fijos en la pantalla de en frente.

Pensaste que solo tenía dos semanas para prepararse lo cual no era mucho, así que evitarías ser un estorbo para él y te preocuparías de lo que te pidió.

-Creo que...puedes lorgarlo-

-¡Claro que si perra!...ah, tks-

Noto que estabas a punto de quedarte dormida y claro, ninguno de los dos había descansado de la manera correcta, así que antes de que tu cabeza cayera al sofá y te despertara, él intentó moverte hacia el otro lado para brindarte más comodidad y poniendo un cojín debajo.

"Idiota..."

Le entro un gran sueño también después de observarte tan relajada, para él era un momento de paz ya que no te encontrabas hablando, sin embargo no pudo disfrutarlo mucho ya que se durmió.

Cuando te despertaste, notaste que Bakugo estaba al otro extremo del sofá en una posición algo incómoda, así te levantaste para ayudarlo al igual como el había hecho contigo hace unos minutos, solo que no lo sabías.

Después fuiste a su cuarto a buscar una manta para cubrirlo, allí quedaste mirando un poco el desorden que tenía pero su pusiste que no debías mover nada, ya que se podría molestar.

•ℭ𝔞𝔯𝔢 𝔣𝔬𝔯 𝔪𝔢•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora