Levitating | TO [Klaus Mikaelson] #2 EDITANDO

III. The Prophecy

CAPÍTULO TRES
LA PROFECÍA

"All of my life, I've been sleepwalk livin'. Runnin' around the same bars I've been in. It can be so lonely in this city but it feels different when you're with me"

Mystic Falls, VA
1863

Feria del Condado siempre se encontraba llena de gente y Arielle lo odiaba. Ella apreciaba el silencio y la tranquilidad, pero aquel año Stefan la había arrastrado hasta allí para pasar el rato y olvidarse de la ausencia de Damon. Su hermano mayor ahora luchaba en una guerra lejos de casa por obligación de su padre. Pero, a pesar de exigir su compañía, Stefan no prestaba mucho atención a su hermana mientras escribía en su diario.

—Tenéis que iros—la dulce voz de una chica atrae al atención de ambos hermanos—

Los ojos de ambos encontrándose con una mujer de delicada piel, rubios cabellos y ojos azules como el mar. Ambos hermanos jurarían que nunca habían visto a una chica tan hermosa. Su pelo rubio y ojos azules podían ser fácilmente comparados con la propia Arielle, pero sus bellezas eran distintas. Aquella chica emanaba dulzura y elegancia, mientras que Arielle denotaba misterio y profundidad.

—¿Disculpa?—Stefan frunce el ceño con confusión—

—Vuestro mal humor nos estropea la diversión a todos.

Arielle no puede evitar sonreír ante su comentario.

—Me llamó Valerie Tulle—se presenta entonces, dedicándoles una sonrisa—

—Stefan Salvatore—se presenta el joven—Ella es mi hermana mayor, Arielle.

—Encantada—sonríe la aludida, admirando a la chica—

Una extraña sensación la invadió. Valerie la atrevía de una forma que ninguna otra persona lo había hecho antes. Era casi magnético. Lo que Arielle no sabía es que ella no era la única que se sentía así hacia ella. Stefan sentía que se había enamorado de ella con solo mirarla.

—¿Eres nueva en el pueblo?—cuestiona Arielle entonces, rompiendo el silencio—

—Solo estoy de paso—explica Valerie—

—Espero que no sea una visita breve—comenta Stefan, ganándose una sonrisa por su parte—

Fue ahí cuando Arielle se dio cuenta de los sentimientos de su hermano hacia aquella joven. Y a pesar de lo atraída que se sentía hacia ella, Arielle sabía que estaba mal sentir algo así por otra mujer. Así que fue entonces cuando supo que debía hacerse a un lado y dejar que su hermano y ella pasaran tiempo a solas.