Una historia que estuvo oculta por mas de un siglo, una historia de amor que no terminó como se quería, una historia que no tuvo un final feliz gracias a los prejuicios...
Una historia que un siglo después finalmente es desenterrada, una historia de...
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- despierta - hable en voz baja al oído de Shawn - ya quiero salir a hacer cosas - volví a hablar bajo, deje un beso sobre su frente, se movió un poco haciendo caras. Seguramente no se quiere despertar - vamos... - lo comencé a mover.
El empezó a reír y acabó despertando a la fuerza.
- ¿para que nos tenemos que despertar tan temprano? - se quejo Shawn.
- son las 9, no es tan temprano - alege poniéndome de pie. Camine hasta el closet y lo abrí, este es el cuarto donde mis papás se quedan cuando vienen, se que en el tercer cajon esta lo que necesito.
Lo abro y me topo con lo que quería.
Los trajes de jinete perfectamente bien doblados. Saco uno de mi madre y uno de mi padre.
- hoy vamos a montar en caballo - Shawn aún estaba tratando de despertar. Sonreí al verlo, los ojos de repente se le cerraban.
- iré a lavarme la cara y la boca - se levantó y a un paso torpe entró al baño, yo lo hice en cuanto desperté y después fui a despertar a Shawn.
Me quite la pijama y comencé a vestirme rápidamente, me puse los pantalones color blanco ajustados, después la camisa de manga larga igual blanca y al ultimo el chaleco negro. Escuche como shawn salió.
Me di la vuelta y el me miraba de pies a cabeza.
- ¿qué? ¿Qué tengo? - hable nerviosa viéndome de todos lados al ver la reacción de shawn.
- no nada... Te vez... Impresionante - reí por la reacción
- corre shawn, ya quiero bajar - camino hasta el montón que le deje.
- ¿de donde sacaron ropa para mi? - hablo mirando lo que le di.
- es de mi padre - él comenzó a reír.
- si se entera que me lo puse seguramente lo querrá quemar - tristemente era muy cierto.
- puedes apurarte - volví a hablar, solo me puse las botas color negro para terminar mi vestimenta. Saliendo me pondré los guantes.
Me senté en la cama y me quedé mirando a Shawn.
El sin darse cuenta que lo miraba se quito la camisa, después los pantalones dejándolo solo en ropa interior. Mordí mi labio por reflejo.
Mire cada lunar de su cuerpo, comenzaba a memorizarlos, todos y cada uno. Sonreí inconscientemente al ver que los pantalones le quedaban tan pegados... Así son pero nunca les había puesto atención. Después de unos minutos se acabó de vestir, llevaba el cabello revuelto, pero lo hacía ver tan bien.
Baje casi arrastrandolo, mi abuela cocinaba y hablaba con mi abuelo.
- hola buen día, abuela ¿le prestas un caballo a Shawn? - mi abuela nos miró a ambos de pies a cabeza.
