- ¡Vamos a ese lugar a comer ya! - grite emocionado. Sophia solo se rio de mi como siempre lo hace.
- ¡vamos! - yo iba tan emocionado, tal vez ya podríamos saber la verdad de la tumba compartida.
Llegamos a aquel restaurante, no me emocionaba ir a comer a un restaurante canadiense pero si que habían muchas posibilidades que fuera de los Mendes.
Entramos y había un ambiente bastante acogedor.
Nos sentamos y llegó un mesero, no creo que sea buena idea hablar sin pedir nada así que nos sentamos a comer.
Fue bastante agradable.
Llegó la hora de saber si valió la pena el quedarnos. Y realmente espero que si.
- disculpa - llame al mesero, al parecer sabía inglés.
- ¿conoces a la familia Mendes? - el mesero río de una forma haciéndome saber si estaba preguntando en serio.
Me quedé serio y el dejó de reír.
- el restaurante es de los Mendes - casi brinco haciendo un ridículo baile de victoria.
- ¿podría hablar con alguno de ellos? - él me dijo que si y salió del lugar.
Mire a Sophia con emoción y ella estaba igual de emocionada que yo. Y es que de verdad vamos a conocer a un MENDES.
En eso veo a una señora, unos 40 años cuando mucho.
- hola, me dijo el mesero que querían hablar con migo - me pare inmediatamente y le di la mano.
- hola, un gusto me llamo Carlos - ella me dio una sonrisa - no queremos molestarla mucho pero ¿usted es una Mendes? - ella mueve la cabeza diciendo que si - reconoce esta tumba - le enseñó la foto y ella parece pensarlo unos segundos.
- ¿tu has escuchado hablar de tu familia de hace 100 años? - senti romper mi corazón, moví mi cabeza diciendo no - pues yo tampoco - me hizo una mueca.
- gracias - baje la cabeza y le volví a sentar.
- aun que tengo algunas cosas de mi familia guardadas, incluidas algunas pinturas, escritos y hasta una carta ¿los quieres ver? - de nuevo la esperanza apareció.
Moví la cabeza diciendo que si como niño chiquito.
- vengan síganme - ambos nos paramos y la seguimos, tenía el corazón latiendo a mil por hora deseando ver ya todas esas cosas.
Subimos y ahí estaban algunas cosas en un cuarto, como un pequeño museo.
- aquí es - me fui de inmediato al escritorio, todo era maravilloso, estaba tocando muebles de hace 100 años - en el closet hay 2 trajes de soldados de la primera guerra mundial, es nuestro mayor tesoro - lo abrí con emoción al pensar que veré ropa de soldados reales, soldados que lucharon por su país hasta la muerte.
2 trajes perfectamente bien colgados, un escalofrío recorrió cada centímetro de mi piel al ver una herida de bala en uno de los dos.
- ¿los puedo sacar? - ella movió la cabeza diciendo que si.
Los tomé con cuidado y los deje sobre la cama.
Mire primero el de la herida... Tenía incluso la sangre, me sentía tan fascinado y a la vez un escalofrío recorrió mi espalda.
Aún tenían las placas de identificación.
Las tomé.
El de la herida era de un tal Andres Mendes.
No era quien buscaba así que lo volví a guardar, entonces mire el segundo.
Dios me a mandado esto.
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Amor de Época
De TodoUna historia que estuvo oculta por mas de un siglo, una historia de amor que no terminó como se quería, una historia que no tuvo un final feliz gracias a los prejuicios... Una historia que un siglo después finalmente es desenterrada, una historia de...