.Final alternativo.

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Parte 1

Capítulo XLIX

Johan jamás llegó a la casa de Alexa aquella mañana donde una noche antes Shawn le pidió matrimonio y ella acepto.

20 de septiembre de 1913

Suspiré una última vez.

- ¡bien, ya! ¿Que me quieres decir Alexa? - hablo molesto mi padre. Mi madre solo me miraba con curiosidad.

- papá... Esto es algo complicado - en realidad no lo es, solo lo está siendo por su culpa.

- hija ¿Estas bien? - hablo mi madre de inmediato.

- llevo 4 años saliendo con alguien - la cara de mis padres era completa confucion.

- y ese alguien debe ser Johan ¿no? - hablo mi padre esperando escuchar lo que él quiere.

- no - solté segura. Mi padre soltó él aire, se veía estresado.

- ¡¿y por qué nos lo dices ahora?! Ya que tengo planes - habla molesto mi padre.

- por qué justo por eso no me dejarías estar con él - mi padre pasó su mano por su frente y la subio, seguramente queriendo disminuir el dolor de cabeza que le estoy causando.

- ¡¿Y quién mierda es?! - mi padre se puso de pie y se paró justo enfrente mío.

- antes de decírtelo quiero que sepas que esto es un aviso... Si me dejas estar con él, haré mi vida cerca de ustedes, como una familia normal - mi padre me interrumpió.

- ¿Y si no? - su tono de voz era retador, escalofriante.

- me iré de la casa - solté sin titubear, segura de la decisión que estoy tomando y sin dudas fue, es y será difícil. Mi padre pareció burlarse como si no me creyera capaz.

- no creo que lleguemos a esos extremos - hablo en tono de burla mi padre - basta de suspenso y dinos... ¡Ya! - soltó el grito haciéndome saltar a mí y a mi madre.

- Shawn... Shawn Mendes - dije sin titubear.

Sentí un golpe en mi mejilla, está ardió y sentía como pulsaba. Puse mi mano sobre la zona del golpe y volví a mirar a mi padre. Estaba consciente de que esto iba a suceder.

- eres una ramera... Una ramera de los Mendes - mire a mi madre, ella estaba sorprendida por el golpe, me miraba con lágrimas.

- no lo soy, Shawn es mi pareja, es con el único hombre con el que he estado y así sera hasta el día de mi muerte - sentí las lágrimas dejando un camino sobre mis mejillas.

- de está casa no te vas a ir. En una semana te casarás con Johan y olvidarás a esa familia - no lo haría.

- esa familia es mejor que está - solté con coraje y retando con la mirada a mi padre. Solo sentí el otro golpe, mi boca comenzó a saber a aquel peculiar sabor de la sangre.

Mi padre me tomo de un brazo y a jalones me llevo hasta mi cuarto. En cuanto llegamos me aventó haciendo que cayera al suelo.

- no vas a salir de este cuarto hasta el día que sea tu boda con Johan - y con eso se dio la vuelta azotando la puerta. Después escuché como metió la llave.

Me quedé en silencio, en el suelo un par de minutos.

Después solté el aire y comencé a reír.

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