Me encuentro en una de las habitaciones de invitados acostada en la cama mirando al techo. Llevo un rato aquí tumbada pensando y dándole vueltas a todo.
Ya se ha hecho de noche y la casa está tranquila. Después de que se fue el padre de Elek, nadie dijo nada y cada quien se fue a hacer lo suyo. Me permití disfrutar la cama y lo acogedora que es la habitación, ya que no sé qué pasará luego de que nos tengamos que ir de aquí.
Hay posibilidades de que la policía nos encuentre o que el padre de Elek nos entregue, puede que quienes nos busquen nos maten en cualquier momento.
Todo era posible.
¿Debía dejar que nos atraparan?
Quizá sea mejor que me quede en esta cama sin mover ni un solo músculo y dejar que pase lo que el destino crea que es mejor.
Es curioso, el destino está escrito y me parece que quien lo esté haciendo, le gusta hacernos sufrir. Creí que podía escribir el mío propio ¿pero cómo hacerlo? No sé qué es lo se supone debe pasar.
Estoy perdida, totalmente perdida.
Me siento y paso mis manos por mi cara en total frustración, cierro los ojos y trato de despejar mi mente. Aunque no tiene caso. Un sonido fuerte se escucha en la casa y abro los ojos.
En seguida me sobresalto al ver la oscuridad misma al mi alrededor. Estoy segura de que la lámpara a mi lado estaba encendida.
<<No otra vez>>.
Lentamente me levanto de la cama y doy unos pasos hacia la puerta. Como es usual, no hay ruidos que mis oídos logren captar, abro la puerta con cuidado y decido dirigirme por el pasillo largo y oscuro.
No me molesto en sacar mi celular o una linterna, ya que por experiencia sé que no me servirá de nada. Mi única ayuda es el collar en mi cuello y espero no me defraude.
Tengo que encontrar a Teo, pero el problema es que no tengo idea de donde esté en esta casa que es demasiado grande para mi gusto.
Voy avanzando con mi mano izquierda pegada a la pared. Así podré sentir el marco de alguna puerta. Logré tocar una y entro, aquí es la habitación donde debería estar mi mejor amigo.
-¿Teo, estas aquí? - pregunto a la nada.
No avanzo demasiado y me parece que la cama estaba vacía. Me doy media vuelta y me dirijo nuevamente al pasillo. Está vez no es mucho lo que camino y llego hasta la habitación de Elek.
Abro la puerta de manera rápida. Lo que me recibe son unos ronquidos provenientes de la cama. Suspiro aliviada de encontrarlo, así que sin educación alguna voy hasta él y tanteando la cama, encuentro lo que creo es su brazo.
-Elek - lo toco repetidas veces.
Él parece tener el sueño bastante pesado, porque lo estoy moviendo y solo sigue roncando.
-Elek, despierta - ahora lo muevo frenéticamente - ¡Elek!
-¿Qué pasa? - habla adormilado - ¿porque me despiertas?
-Levántate, se fue la electricidad.
-¿Y qué pasa con eso? No me digas que le temes a la oscuridad.
-¿Eres tonto, acaso olvidas quiénes vienen con la oscuridad?
Elek se mueve en la cama sentándose y justo en ese momento es cuando se escucha algo romperse fuertemente. Provenía fuera de la habitación.
-¿Qué fue eso? - pregunta confundido.
-Vamos a ver - le digo en susurro y voy hasta la puerta abierta.
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El misterio de los elegidos
FantasyCass no tiene una vida común, sólo creció aceptando una pequeña diferencia. El collar que esconde es su habitación no es más que un imán para las desgracias, pero ella desconoce por completo lo que conlleva. Una noche, todo se desequilibra. El dest...