Dolor es lo primero que siento. Con la mente en blanco me pregunto <<¿Por qué me duele todo el cuerpo? >>. Me encuentro en una posición poco agradable y eso hace que lentamente abra los ojos.Lo que veo de color gris no es el techo de mi habitación y eso me confunde, volteo mi cabeza a un lado y me topo con el rostro de Sabah, lleno de sangre.
Automáticamente, como un video a toda velocidad, me llegan los recuerdos de lo último que sucedió. El auto girando sin parar y los gritos de mis amigos. Mi pecho comienza a subir y a bajar con agitación, el miedo llega a mi otra vez y con esfuerzo trato de moverme. Comprendo enseguida que estoy de cabeza, aún con el cinturón al rededor de mi cuerpo.
Mi vista pasa a ver al lado de Sabah, en búsqueda de Teo, sin embargo no lo encuentro ahí. Mi corazón asustado se acelera aún más, muevo mi brazo derecho buscando sentir su cuerpo o su mano que sostenía la mía, pero no tiene caso, no está. Mis ojos se llenan de lágrimas enseguida.
-¿Teo? -lo llamo, pero no recibo respuesta.
Cuando giro la cabeza a mi izquierda, veo que donde debería estar Fobos, solo permanece el asiento. Y es ahí cuando recuerdo que yo estaba encima de Deimos. Me muevo con cada parte adolorida, tratando averiguar si sigo encima de él. Mi mejilla presiona algo, así que trato de girar un poco más. La ropa de color negro que lleva puesta me lo confirma, con su golpeado rostro a unos centímetros más arriba de mi cabeza. <<¿Está vivo?>> Trato de concentrarme, a ver si logro distinguir su respiración. Espero unos segundos y luego unos minutos, me asusto aún más. Deimos no parecía estar respirando, no sentía su pecho subir y bajar contra mi cuerpo, lo cual me hace querer separarme enseguida. Mis manos van al cinturón con algo de esfuerzo y cuando por fin logro presionar el botón, soy soltada hasta golpearme la cabeza con el techo del auto. Conmigo cae el pesado cuerpo de Deimos, así que lo aparto. Miro a Sabah una vez más con la respiración comenzando a fallarme.
-Sabah - digo con la voz rasposa, me duele incluso emitir un sonido, pero yo sigo intentando - Deimos.
¿Soy la única con vida? No, no debe ser así. Alzo la mirada buscando a Elek con esperanzas de que esté con vida, pero en el puesto del conductor no hay nada más que sangre y el cinturón de seguridad está destrozado.
Me tapo la boca callando un sollozo. <<Elek salió disparado del auto. No lo puedo creer. ¿Soy la única sobreviviente?>>
En respuesta a mi pregunta mental, alguien tose. Giro mi rostro lo más rápido que puedo hacia mi izquierda y veo a Deimos moverse incómodo.
-Diablos, mi cabeza.
-Deimos - susurro de alguna manera aliviada. El sonido que emito hace que él abra los ojos para mirar en mi dirección.
Veo que hace un esfuerzo en moverse, al igual que yo lo hice hace unos momentos, con la diferencia de que él lo logró a la primera. Se pone de costado quitando todo tipo de suciedad y ve el espacio vacío donde antes estaba su hermano. Trato de no llorar frente a él. No estan los cuerpos y yo estoy preocupada y débil. No sé ni siquiera como he sobrevivido. Deimos me observa detenidamente, supongo que mi rostro refleja lo que pasa por mi mente.
-Estaremos bien, no vayas a llorar.
Eso es lo único que dice y no sé a qué se refiere.
-¿Tu y yo?
-Todos. Mira como la rubia respira.
Mis ojos caen sobre el abdomen de Sabah, y es cierto, ella está respirando.
- Teo, Fobos y Elek salieron expulsados del auto - le digo a duras penas.
-Así parece -hace otro gesto de incomodidad al moverse - Al menos yo puedo sentir a mi gemelo. Está con vida en alguna parte. Sobre los otros dos... no estoy seguro de sí están vivos o no.
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El misterio de los elegidos
FantasíaCass no tiene una vida común, sólo creció aceptando una pequeña diferencia. El collar que esconde es su habitación no es más que un imán para las desgracias, pero ella desconoce por completo lo que conlleva. Una noche, todo se desequilibra. El dest...