Nueva semana, nuevos problemas.
Me encontraba en mi salón de clases escuchando al profesor de dibujo. Explicaba un par de técnicas que nos ayudarían a ahorrar tiempo en nuestros bocetos. Todo lo que él decía, yo lo apuntaba para no olvidarlo.
—Muy bien jóvenes, la próxima asignación es una investigación, quiero que vayan a la biblioteca y busquen toda la información sobre los mejores dibujantes de la década y sus técnicas más destacadas. Muy importante, quiero que elijan uno y me expliquen por qué.
Mis compañeros abuchearon.
—Se que es aburrido, pero es necesario. Luego aplicaremos lo aprendido en clase. Ya pueden retirarse.
Todos nos levantamos y recogimos nuestras cosas.
Siguiendo las indicaciones del profesor, me dirijo a la biblioteca y busco los dibujantes que más me gustan. Me tomo mi tiempo y tranquilamente me paseo por los pasillos repletos de libros.
—¡Hola! — una voz chillona me saluda desde mis espaldas.
Me volteo a su encuentro y está una chica rubia mirándome con una gran sonrisa en el rostro.
—Hola —la saludo sin saber muy bien si es a mi a quién se dirige.
—¿Cómo estás? Tu debes ser Cassandra.
<<¿Y esta chica de donde salió?>>
—Sí, soy yo ¿Y tú eres...?
—¡Lo sabía! —chilló una vez más. Entusiasmada me tomó de la mano —yo soy Sabah, un gusto conocerte. Soy nueva por aquí.
Todos en la biblioteca se le quedaron viendo, y unos cuantos la hicieron callar.
No entiendo el entusiasmo de ésta chica desconocida.
—¿Cómo sabes mi nombre?
—¡Oh! Es que he oído mucho de ti últimamente y decidí venir a presentarme.
—¿De mi? Quizá te equivocaste de chica, yo no soy conocida ni mucho menos popular.
—¿Qué dices, tontita? ¡Claro que lo eres! Se me dificultó un poco encontrarte, pero lo logré — alzó las manos al aire, victoriosa.
—No entiendo...
—Ya no tienes que fingir —me miró cómplice y bajó el tono de su voz — Entiendo que te debes mantener bajo perfil, pero está bien, ya llegué yo — movió su cabello con orgullo — soy de confiar.
<<Alerta de loca, debo huir>>.
—Lo siento, debo irme.
—¡Claro! ¿dónde vamos? — cruzó su brazo con el mío.
Esta chica era muy rara. Irradiaba tanta felicidad, que no parecía ser de este planeta. Todo en ella era tan...llamativo. Es bastante alta, tanto como yo. Es de piel super blanca, rubia casi platinada y sus ojos eran de un celeste tan claro como el cielo. Su manera de vestir reflejaba calidez y ternura. Justo ahora usaba un vestido corto rosa palo con pequeños destellos que brillaban con la luz y unas bailarinas también de color rosa.
<<¿Y ahora qué hago para que se vaya?>>
De pronto mis ojos encuentran la salvación. En uno de los pasillos alejados de la biblioteca, específicamente los de historia.
Como la chica no mostraba intención de querer separarse de mi, decidí ir con ella hasta ahí.
Elek se encontraba concentrado buscando algo que sólo su cabeza podría saber. Tuve que carraspear para que me notará.
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El misterio de los elegidos
ФэнтезиCass no tiene una vida común, sólo creció aceptando una pequeña diferencia. El collar que esconde es su habitación no es más que un imán para las desgracias, pero ella desconoce por completo lo que conlleva. Una noche, todo se desequilibra. El dest...