Una horrible canción comenzó a sonar por toda la habitación, despertando me. Abrí los ojos confusa y miré a mi alrededor.
Estaba Trevor a mi lado, roncando sonoramente y babeando toda la almohada. Del asco, me aleje y me senté verificando que no me haya babeando el cabello. Para su suerte no lo hizo. Cuando volteó a mi izquierda, casi me asusto. Mi madre me estaba mirando confundida desde su cama.
Cierto, olvidé que Trevor y yo habíamos elegido dormir en el suelo de la habitación de mamá.
-Buenos días, mami -la saludo con una sonrisa inocente.
-Buenos días, cielo. ¿Qué hacen ustedes dos aquí?
<<¿Debía decirle?>>
No, mejor no. Quien sabe cómo se pondría.
-Bueno...como ya sabes, nos quedamos viendo películas de terror y pues...
Golpeé a Trevor disimuladamente para que se levantara y me ayudara a mentir.
-¡No me maten! -dijo despertando de su sueño.
-Callate, loco. Nadie te va a matar. Le estaba diciendo a mamá, que nos quedamos muy tarde viendo películas.
Le dí una mirada cómplice para que entendiera que no debía decirle la verdad.
-Oh...sí, sí. Nosotros vimos el conjuro y nos dio mucho miedo.
-Sí y pensamos que no te importaría que durmiéramos aquí.
-Saben que pueden entrar cuando quieran -se bajó de su cama y nos acarició el rostro -, mejor no vean ese tipo de películas.
Ambos asentimos como unos niños pequeños y ella sonriendo, se dirigió al baño para arreglarse.
Trevor y yo no dijimos nada, nos levantamos y cada quien se fue a hacer lo suyo.
Llegué a la universidad y todo se veía normal.
Me despedí de mi hermano desde lejos, este estaba un poco molesto conmigo por hacerle mentir. Él quería contarle a mamá cada detalle y yo no podía permitirlo. Si mamá se llegará a enterar de todo lo raro que pasa, no lo sabría manejar. Y yo más que nadie lo sabía. No sería la primera vez que sucede algo extraño en nuestra familia.
Entré y caminé por los largos pasillos, que ahora me recordaron la noche intensa que hubo en ellos.
Tengo muchas dudas al respecto.
No había muchos estudiantes y eso me hacía querer caminar más rápido.
-¡Hey! - gritaron a mis espaldas y aceleré mi caminata.
Un chico pasó corriendo a mi lado y bloqueo mi paso.
-Hola, guapa - era Elek o mejor conocido como el don Juan -caminas muy rápido ¿Te lo han dicho?
Estaba trotando de espaldas mientras me miraba.
Al menos él tuvo una buena noche.
-Hola -lo saludé por educación y seguí caminando.
Entramos a la cafetería y ya Teo se encontraba ahí tomando un café.
-¿Qué hay amigo? -saludó Teo a Elek con el típico movimiento que hacen los chicos-,veo que vinieron juntos.
Le dí una mirada asesina a mi mejor amigo.
-Está callada hoy - observa Elek -¿se siente mal?
-Tranquilo, ya te dirá algo - el muy tarado está disfrutando esto.
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El misterio de los elegidos
FantasíaCassandra siempre supo que su collar era especial, pero nunca imaginó que también era una sentencia de muerte. Desde que nació, ha escuchado las voces del Consejo del Olimpo, dioses que le susurran secretos prohibidos y exigen su silencio absoluto...