Capítulo 5

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Una horrible canción comenzó a sonar por toda la habitación, despertando me. Abrí los ojos confusa y miré a mi alrededor.

Estaba Trevor a mi lado, roncando sonoramente y babeando toda la almohada. Del asco, me aleje y me senté verificando que no me haya babeando el cabello. Para su suerte no lo hizo. Cuando volteó a mi izquierda, casi me asusto. Mi madre me estaba mirando confundida desde su cama.

Cierto, olvidé que Trevor y yo habíamos elegido dormir en el suelo de la habitación de mamá.

-Buenos días, mami -la saludo con una sonrisa inocente.

-Buenos días, cielo. ¿Qué hacen ustedes dos aquí?

<<¿Debía decirle?>>

No, mejor no. Quien sabe cómo se pondría.

-Bueno...como ya sabes, nos quedamos viendo películas de terror y pues...

Golpeé a Trevor disimuladamente para que se levantara y me ayudara a mentir.

-¡No me maten! -dijo despertando de su sueño.

-Callate, loco. Nadie te va a matar. Le estaba diciendo a mamá, que nos quedamos muy tarde viendo películas.

Le dí una mirada cómplice para que entendiera que no debía decirle la verdad.

-Oh...sí, sí. Nosotros vimos el conjuro y nos dio mucho miedo.

-Sí y pensamos que no te importaría que durmiéramos aquí.

-Saben que pueden entrar cuando quieran -se bajó de su cama y nos acarició el rostro -, mejor no vean ese tipo de películas.

Ambos asentimos como unos niños pequeños y ella sonriendo, se dirigió al baño para arreglarse.

Trevor y yo no dijimos nada, nos levantamos y cada quien se fue a hacer lo suyo.

Llegué a la universidad y todo se veía normal.

Me despedí de mi hermano desde lejos, este estaba un poco molesto conmigo por hacerle mentir. Él quería contarle a mamá cada detalle y yo no podía permitirlo. Si mamá se llegará a enterar de todo lo raro que pasa, no lo sabría manejar. Y yo más que nadie lo sabía. No sería la primera vez que sucede algo extraño en nuestra familia.

Entré y caminé por los largos pasillos, que ahora me recordaron la noche intensa que hubo en ellos.

Tengo muchas dudas al respecto.

No había muchos estudiantes y eso me hacía querer caminar más rápido.

-¡Hey! - gritaron a mis espaldas y aceleré mi caminata.

Un chico pasó corriendo a mi lado y bloqueo mi paso.

-Hola, guapa - era Elek o mejor conocido como el don Juan -caminas muy rápido ¿Te lo han dicho?

Estaba trotando de espaldas mientras me miraba.

Al menos él tuvo una buena noche.

-Hola -lo saludé por educación y seguí caminando.

Entramos a la cafetería y ya Teo se encontraba ahí tomando un café.

-¿Qué hay amigo? -saludó Teo a Elek con el típico movimiento que hacen los chicos-,veo que vinieron juntos.

Le dí una mirada asesina a mi mejor amigo.

-Está callada hoy - observa Elek -¿se siente mal?

-Tranquilo, ya te dirá algo - el muy tarado está disfrutando esto.

El misterio de los elegidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora