—Te ves tan tierna con tu ropa de doctora y tu bata —se rió Luke a través de la pantalla, estaba acostado en su cama, SIN CAMISA y con un brazo detrás de su cabeza.
—Claro que no, me veo horrenda —negué, era un conjunto de dos piezas de un material incómodo color azul claro y encima mi bata que decía Abigail Fontaine M.D bordado a la altura de mi boobie izquierda.
—Pareces una de esas doctoras de Grey's Anatomy.
—Teóricamente lo soy —me reí —Estoy haciendo mi residencia por eso es el pijama azul claro, cuando me especialice y sea cirujana podré usar el azul oscuro —le expliqué emocionada.
—¿Les dicen pijama? —soltó una carcajada.
—Al menos es cómodo como un pijama —me encogí de hombros.
—Te ves cansada.
—Gracias por decir de manera linda que parezco un zombie —me reí —Llevo 48 horas de turno y solo he podido dormir como 4 horas —suspiré —La sala de emergencias ha estado un poco movida.
—Te sigues viendo hermosa —dijo haciéndome sonrojar.
—¿Y tú? ¿Qué tal el álbum? Cuéntamelo todo —pregunté genuinamente interesada.
—Siento que estoy molestándote Abi, deberías aprovechar este tiempo libre para dormir un poco.
—Nah prefiero hablar contigo, ¡Ahora cuéntame!
El chico solo negó con la cabeza y soltó una risa —Pues bastante bien, ya lo terminamos al fin, escribí casi tres canciones más —dijo con un tono orgulloso —Ya tenemos más de la mitad del tour confirmado, y en menos de un mes comenzaremos a viajar y a promocionar.
—¡Que bueno! Me alegro por ustedes, se que este nuevo álbum va a estar buenísimo bebé.
—Te debo gran parte a ti —sonrió ampliamente haciéndome imitar su acción —Y por cierto, me cercioré de haya unas cuantas fechas en España —me guiñó el ojo.
Al escuchar eso se me iluminó la mirada y no pude evitar sentirme emocionada —¿En serio? ¿Cuándo?
—No te diré —soltó una risita —Bebé tengo que arreglarme, tenemos una entrevista y una reunión por por lo del tour.
—Tranquilo Lukey, yo iré a hacer una revisión rutinaria, así que también me tengo que ir.
—Suerte, te quiero —me tiró un beso.
—Yo más más —hice lo mismo y después colgó.
Lo extrañaba tanto, suspiré y guardé mi teléfono en bolsillo de la bata, me hice un moño y salí de la sala de descanso para ir a revisar a los pacientes, eran las 2 de la mañana así que tenía que hacerlo con cuidado de no despertarlos, era simplemente chequear que el suero estuviese lleno aún, que la vía no se haya salido y cosas por el estilo, también me pondría a revisar la historia médica de todos los pacientes que estaban bajo mi supervisión para asegurarme de que no había nada fuera de lo normal o que había pasado algo por alto, cosa que veo complicada pues he hecho lo mismo al menos unas cincos veces en los últimos dos días, llámenme paranoica pero es la vida de otras personas, quiero estar más que 100% segura de que todo va bien.
—Hello rubia —me saludó uno de mis compañeros de trabajo, creo recordar que se llamaba Andrés.
—¿Qué tal? —sonreí viéndolo y después desviando mi mirada a los expedientes que tenía sobre el mostrador. Estábamos en el mostrador de enfermeras en la planta de cuidados intensivos.
—Cansado si te soy sincero —bufó —Aunque ya casi se termina mi turno, podré volver a casa a dormir como un tronco.
—Que envidia, todavía me quedan 24 horas de turno —hice una mueca.
—¿Qué tal la señora? ¿Crees que pueda soportarlo? —preguntó apoyando su espalda en el mostrador y viendo a la señora que se encontraba en la habitación justo frente a la nuestra.
—Es mayor pero muy fuerte, 76 años y una operación a corazón abierto —dije impresionada —Creo que si, lo ha logrado las últimas 24 horas, si todo va bien debería estarse despertando en unas cuantas horas y la podremos bajar a la planta de pacientes normales.
—Me alegro por ella, y por su familia. No se han ido de la sala de espera, se nota que la quieren mucho.
—Si, es muy querida por todos incluso amigos, la sala de espera está llena desde que la operaron.
—2:30 mi hora de huir —se rió —Suerte con el resto del turno —dijo quitándose el estetoscopio de su cuello y suspirando.
—Gracias —sonreí —Que descanses.
El chico asintió y desapareció rápidamente por el
ascensor, lo entendía la verdad, una vez que llega tu hora de irte no lo piensas dos veces y empiezas a recoger tus cosas para poder irte a casa a descansar, además que si por algún accidente o algo así necesitan a más doctores te tienes que quedar a ayudar, y honestamente un doctor cansado no es igual de objetivo lo cual podría ser peligroso.Terminé mi revisión rutinaria y fui a descansar, agradecía que las siguientes horas pasaron más rápido de lo que me imaginé y en un abrir y cerrar de ojos ya era mi hora para irme. Empecé a recoger mis cosas y le escribí un rápido mensaje a Luke.
Por fin saliendo a casa, siento que mil elefante me pisotearon. Por cierto la señora está bien! :-) Lo logró y ya está con su familia en las habitaciones normarles.
Sonreí, me gustaba que Luke se interesara por mis pacientes tanto como yo, eso hacía que no me sintiera tan culpable por no responderle en largos periodos de tiempo, él lo entendía y hacía que todo fuese más fácil. Salí rápidamente del hospital donde estaba haciendo mi residencia, me subí al carro y aceleré, tenía tanto sueño que sentía que podía quedarme dormida en plena autopista, mi turno legalmente acababa a las 3 de la mañana, pero me quedé hasta las 7 por si me necesitaban para algo más.
Llegué a mi edificio y estacioné el carro en mi plaza de garaje, estaba exhausta literalmente. Subí hasta mi piso en el ascensor, caminé hasta mi puerta y muy para mi desgracia conseguí a cierto personaje parado al lado viendo a su teléfono esperando a que llegara.
—¿Qué haces aquí? —pregunté llamando la atención de Mateo que subió su mirada del teléfono y me sonrió.
—Abi baby, llegaste ¿qué tal el hospital?
—Mateo —rodé los ojos —¿Qué haces aquí? —repetí mi pregunta.
—¿Así es como me recibes después de no verme en casi 4 meses?
—Mira en serio ahorita no tengo la paciencia ni la energía para tener esta conversación contigo —rodé los ojos y metí la llave en la cerradura para abrir la puerta.
—Tenemos que hablar Abi —dijo en un tono serio —Lo siento por venir pero es que no respondías a mis mensajes.
—¿Eso no te dio una señal de qué no quiero hablar contigo? —me reí sarcásticamente abriendo la puerta.
—Abigail, quiero volver, que volvamos mejor dicho.
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LOVER OF MINE | Luke Hemmings
FanfictionElla, tres largos meses en Australia para llorar la reciente muerte de su mejor amiga y descansar antes de continuar con su último año de universidad. Él, tres cortos meses en Australia para escribir un nuevo álbum junto con sus tres mejores amigos...