—Abigail Félice Fontaine D'amico —dijo el señor que estaba nombrándonos uno por uno para que fuésemos a retirar nuestro diploma.
Respiré hondo y me puse de pie para avanzar hasta la tarima con una amplia sonrisa, tenía los ojos aguados pero no me importaba dañarme el maquillaje, después de tantos años por fin tendría mi diploma.
Uno de nuestros profesores fue el asignado para entregarme mi diploma y después de aceptarlo me estrechó en un abrazo —Mucha suerte Abi.
—Gracias —sonreí ampliamente.
Desde aquí podía escuchar los aplausos y gritos de mi familia y amigos, volteé para verlos y subí el diploma con orgullo a lo que gritaron aún más, no estaba segura pero creo que mi mamá estaba llorando otra vez.
Me bajé de la tarima y me volví a sentar en mi sitio mientras entregaban el resto de los diplomas, fue eterno pero valió la pena. Luego de casi otra hora y del discurso de cierre por parte de uno de los profesores, la ceremonia ya había terminado y estábamos saliendo del auditorio para reencontrarnos con nuestros familiares.
—¡Abi! —gritó mi mamá corriendo a abrazarme —Mi doctora.
—Estamos muy orgullosos de ti hija —dijo mi papá con los ojos llorosos uniéndose al abrazo.
—¡Abrazo familiar! —gritaron al mismo tiempo Tomás y Ronnie.
A veces me daban miedo, no solo se parecían muchísimo si no que aveces también decían las mismas cosas al mismo tiempo, daba escalofríos.
—Déjenme felicitarla —gruñó Bea —Yo he sido la que se ha aguantado más los cambios de humor y el estrés de los exámenes —se burló.
Rodé los ojos burlesca y me acerqué para darle un fuerte abrazo, lo mismo hicieron Zara y Marie.
—Muchas gracias por haber venido chicas —le dije a las dos hermanas.
—No nos lo íbamos a perder —me guiñó un ojo Marie.
—Y hay otra persona que tampoco se quería perder este momento —subió y bajó las cejas Zara.
La miré frunciendo el ceño confundida, ¿a qué se refería? Hizo una seña con su pulgar indicando que volteara a ver hacia el lado que estaba señalado.
—Suerte —susurró Bea con una sonrisa pícara mientras dirigía mi mirada al lugar que estaba apuntando Zara.
Y ahí estaba él, para tener tantos meses sin verlo en persona seguía igual que siempre, hermoso, no había cambiado para nada, a excepción de la barba de pocos días que le estaba saliendo en su cara y que le faltaba ese característico brillo en sus hermosos ojos azules, parecía apagado y triste, además tenía unas ojeras infinitas, las mismas que tenía yo solo que las cubría con maquillaje.
Nada más verlo pude sentir como mi corazón se aceleraba y me faltaba la respiración, una sensación a la que semanas atrás estaba acostumbrada a experimentar con tan solo ver un mensaje del chico, honestamente de entre todas las cosas imposibles que podía esperarme que pasaran hoy, que él estuviera aquí ni si quiera entraba en la lista. Volteé a ver mis papás, hermanos y amigas que me veían expectantes, con miedo a cómo podría reaccionar al tenerlo por fin tan cerca.
—Felicitaciones Abi —susurró sin despegar sus ojos de los míos mientras avanzaba lentamente hasta donde estaba.
—Viniste —fue lo único que pude decir después de unos segundos de silencio mientras él solo se acercaba a mí a un paso lento.
—No me lo perdería por nada del mundo, aunque quizá tú no me quieras aquí —dijo lo último bajando la mirada.
No podía articular ninguna palabra, en lo único que podía pensar es en que estaba aquí, conmigo, por fin. Tuve que pestañear un par de veces solo para asegurarme de que en serio estaba frente a mis ojos y no era simplemente un triste y cruel sueño. Tenerlo así de cerca y verlo con la tristeza que lo invadía solo logró que hiciera a un lado todos nuestros problemas y mis preocupaciones y me lanzara en sus brazos para abrazarlo como si mi vida dependiera de ello.
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LOVER OF MINE | Luke Hemmings
FanficElla, tres largos meses en Australia para llorar la reciente muerte de su mejor amiga y descansar antes de continuar con su último año de universidad. Él, tres cortos meses en Australia para escribir un nuevo álbum junto con sus tres mejores amigos...