—¡Abigail! —exclamó Bea haciéndome pegar un salto en el asiento —¿Por qué estás tan dormida? Ya llegamos, ayúdame a bajar las maletas.
—Lo siento —le dije mientras me bajaba del uber y la ayudaba a sacar el equipaje —Puede ser que haya pasado toda la noche haciendo mis maletas.
Ella solo rodó los ojos como si no estuviese sorprendida para nada, cuando llegué a la casa decidí ver un solo capítulo de Criminal Minds y bueno una cosa llevó a la otra y terminé viéndome más de la mitad de una temporada, y si, adivinaron, no había hecho las maletas, así que prácticamente no dormí nada.
—Menos mal que son 11 horas de vuelo desde Barajas hasta Dubai para que duermas.
Al menos eso agradecía, soy una persona muy ansiosa y estoy segura de que si no conseguía dormir un buen trayecto del viaje, iba a estresarme y Bea me podría matar por molestarla a ella, creo que ahora entienden porqué me soy la bebé del grupo.
—Estoy tan emocionada por llegar a Australia, aunque ya tengo ansiedad de pensar en las casi 24 horas de viaje que nos esperan.
—Ni me lo digas, sobre todo porque se que yo puedo soportarlas, pero tú Abi, no. Así que voy a tener que entretenerte un buen rato para que no nos boten del avión —se carcajeó mientras entrábamos al aeropuerto.
—Que poca fe me tienes —murmuré por lo bajo, aunque sabía que tenía razón.
Nos chequeamos y pasamos por todos los controles de seguridad, ya estábamos adentro esperando a que comenzaran a llamar para embarcar el avión.
—Tengo un poco de miedo —admitió Bea.
—¿Por qué? —aparté la mirada del endemoniado juego que me había descargado ayer, era adictivo.
—Son demasiadas horas en un avión, ¿y si se cae? —me miró preocupada con sus grandes ojos marrones abuelos de par en par.
Una anciana volteó a vernos después de escuchar tal fatalidad salir de la boca de amiga— Si Bea, no vuelvas a decir eso a menos que quieras que nos maten —dije sonriéndole nerviosa a la anciana —No te preocupes, tómate de esas pastillas para dormir y así matas la mitad del vuelo, después entre películas y libros se te pasa.
Ella solo asintió intentando calmarse.
—Además las posibilidades de que un avión se caiga son 1 vuelo por cada 5 millones de vuelos —intenté calmarla.
—¿Podrían dejar de hablar de cosas tan feas en un aeropuerto niñas? —nos regañó la anciana.
—¿Podría meterse en sus propios asuntos señora? —le respondió de mala manera Bea, inmediatamente se dio cuenta de que lo dijo en voz alta y la miró apenada —Con todo respeto, jeje.
Yo solo reprimí unas carcajadas y seguí en mi jueguito mientras Bea suplicaba en voz baja que la tierra la tragara.
(...)
—Bienvenidos al Aeropuerto Internacional de Dubai, son las 2:00 de la tarde y el clima es de 27 grados centígrados, esperamos que haya disfrutado su vuelo y nos escoja nuevamente en un futuro —terminó su aburrido discurso la azafata.
—Y pensar que aún nos quedan 13 horas más de vuelo —lloriqueé removiéndome en el asiento, ¡me duele todo!
—¿No podíamos escoger Ibiza? Nos quedaba al lado —rodó los ojos Bea.
—Wow, ¿mucho ánimo por su viaje no? —se rió el chico que se había sentado con nosotras en el vuelo, el pobre tuvo que aguantarnos todo el viaje pidiéndole que se quitara para poder ir al baño, honestamente me compadezco de él.
—Ni te lo imaginas —me reí —Lo sentimos por molestarte todo el viaje, soy Abi y ella es Bea —nos presenté mientras bajaba mi maleta de mano del compartimento del avión.
—No se preocupen, la verdad me reía mucho con sus ocurrencias, me hicieron el viaje mucho más ameno, me llamo Harry.
—¡Que suerte la tuya! A mi no se me hizo nada fácil con todas las quejas de Abi —dijo mi amiga.
—¿A dónde se dirigen? —preguntó riéndose mientras salíamos del avión.
—Sydney —respondí emocionada.
—¿En serio? Yo también voy a Australia, de hecho soy de allá.
—Ya tenemos nuestro primer amigo australiano —se rió Bea.
—Si les parece mi novio y yo podríamos mostrarle un poco Australia, no es lo mismo turistear solas a que unos nativos les lleven a los mejores lugares.
—¡Eso sería increíble! ¿Tu novio vive en Australia?
Y así fue como Beatriz y Harry se sumergieron en una conversación mientras que yo solo podía pensar en lo emocionada que estaba por conocer Australia (aunque me quejara de todas las horas de vuelo que teníamos que pasar). Ir a Sydney era el sueño de Ali, y por eso hace un año escogimos ese destino para nuestras vacaciones de verano, quería sacar todo el provecho de este viaje por ella, que se sintiera feliz en donde sea que esté.
Honestamente cuando Ali falleció no quería venir, sin embargo no se porque sentía que ella me pedía que fuera a pesar de que ella no estuviese aquí, la veía en todos lados suplicándome que fuéramos.
Supongo que es porque algo bueno nos deparará Australia, o eso es lo que me gustaría a mi pensar...
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LOVER OF MINE | Luke Hemmings
FanficElla, tres largos meses en Australia para llorar la reciente muerte de su mejor amiga y descansar antes de continuar con su último año de universidad. Él, tres cortos meses en Australia para escribir un nuevo álbum junto con sus tres mejores amigos...