ASA-CHAN

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ADVERTENCIA: LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS TOCARÁ EL TEMA DE AMOR HOMOSEXUAL (^-^)

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Mi casa comenzó a ahogarme después de tantos años y pasando la Gran Guerra de 1914 viendo que todo se encontraba en orden, decidí que era hora de moverme por un tiempo. Si bien tenía compañía y dinero necesario para mantener todo bajo control, comencé a hacer negocios de comercio. Después de las experiencias con las máquinas en Londres, pude comprar y traer piezas desde diferentes lugares para ensamblar otros artefactos, ayudando a la producción de la localidad y así, el pueblo donde vivía pasara los tiempos de dificultad con la menor de las bajas posibles.

-Will, debes mantener todo en orden –tengo una persona a cargo de todo en mi ausencia, él tiene un problema de visión y no podía distinguir bien mi cara, principalmente por eso lo elegí, pero con el tiempo se ganó mi respeto y confianza cuando demostró que podía hacer todo para mantener mi hogar – me iré unos años, te enviare paquetes con mis escritos para que los guardes.

-Los esperare con ansias Señor –siempre le gustaba que le leyera las aventuras que había documentado para no olvidar –usted me escribe cuál puedo abrir y cuales debo mantener cerradas.

-Gracias amigo –digo palmoteando su hombro –espero tenerte noticias pronto.

-Espero que logre encontrar lo que busca – dice sonriendo a boca cerrada.

-¡Sabes que no busco nada!

-Lo busca señor, seré ciego, pero tengo buen oído.

-Te escribo. Cuídense – Will y su familia quedan a cargo de mi cabaña que fue el hogar que construimos con Beth hace mucho tiempo atrás.

Como cada vez más la tecnología avanzaba a paso rápido me fui a Japón, ellos estaban haciendo grandes descubrimientos en ingeniería. 

Después de que el barco en donde viajaba se perdió en medio de una tormenta desembarcando muy lejos de mi destino, tuve que seguir por tierra el camino pues ví que nadie se haría cargo de llevarme. Llegue a una zona campestre que limitaba con la playa al norte de la isla después de "naufragar", llegar aquí fue toda una experiencia por la navegación. Más que con Cristóbal cuando nos perdimos camino a la India y sin querer descubrimos América.

Me pareció tan pequeño los días que deambule internandome por los caminos marcados en los valles, tan arcaico, creí que había vuelto al pasado, sin saber lo que estaba sucediendo en realidad. 

No podría decir que son incivilizados, pues los modales estaban instruidos con excelencia.

Como todas las personas que he conocido a lo largo de mi camino, siempre se encuentran desconfiados que quieren matarme por ser diferente y hui para no defenderme. Otros me ayudaron a sobrevivir los días de más adversidad, acogiéndome en los pequeños establos para protegerme de la lluvia o la nieve que había en este sector y pagaba con lo que tenía entre mis pertenencias. Gracias a Lucifer no hubo luna roja, pues no apareció en este mundo aquellos días.

El idioma fue lo peor de todo. No entendí nada y nadie era capaz de entenderme, solo hacía gestos, trate de hablar en español, inglés o francés para llegar a una palabra que pudiera ayudarme, pero fue inútil, total y completamente inútil. El don que me habían regalado aquella vez se había ido con el alma de Amelia.

El tiempo transcurría en busca de un lugar en el que me sintiera cómodo, así di con Kakudonate, un pueblo estilo samurái escondido entre valles y montañas. El estilo antiguo estaba presente y su gente es muy conservadora de sus tradiciones. Casas de una arquitectura exquisita hechas de madera, ambiente en armonía con la naturaleza y caminos bien marcados para no perderme, una paz que no encontraba hace siglos en otro lugar que no sea mi cabaña.

Ni tan Demonio {Completa} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora