*ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO PUEDE CONTENER ESCENAS PERTURBADORAS*
—Tamucho.
—Yo también te amo.
—¿Sabes que quiero asesinarte? —la voz de Alan es muy gutural y corta el momento— a parte de Caroline eres a la única persona que le dice te amo.
La pequeña Amaia agarra con fuerza la solapa de mi traje negro, he tratado de irme hace unos momentos a un evento que tenemos con Viktor por la inauguración de nuestra filial en Asia, pero la pequeña se niega a toda costa, cuando tiene una idea no hay quien la saque de su mundo.
—Amaia... —digo con una voz amable.
—¡Maia, no! —hace un mohín con sus pequeñas facciones— yo Mai —seguía aferrada.
Esta por cumplir los tres años, pero es tan testaruda como Asa o Amelia y siento que ha sido tan especial desde el dia que nacio. desde sus primeros pasos o desde que comenzó a hablar. Me dice tamucho, que significa te amo mucho cada vez que la veo o converso con ella.
Alan esta desecho porque a él nunca le ha dicho, a veces hasta se molesta cuando llego a ver a la pequeña pues ella corre a mis brazos y no se aleja. Es una conexión especial que nadie entendería, tan grande como la de Lucifer y Gabriel.
—Aquí estoy —Caroline llega con la leche de la pequeña y se pone a mi lado para llevarla a dormir—, ¿vamos?
—No, Ai conmigo —Amaia no me suelta.
—Mai, si vas con mamá mañana vendré después del almuerzo —digo mirándola, ya se me hace tarde.
—¿Cama tú? —sus azules cristalinos brillan.
—¡No!, se tiene que ir cariño, mañana vendrá —Caroline trata de convencerla siendo seria pero a ella se le llenan los ojos de lágrimas.
Suspiro —yo te llevo, pero debes hacerle caso a tu mami—. Solo una sonrisa y con Alan nos deshacemos de amor, esta pequeña nos tiene a su merced y eso es muy malo.
—Kail no deberías consentirla tanto —el padre detrás de mí sube por las escaleras— apenas tiene dos, ¿qué será cuando tenga quince?
—Sabes que si quiere el mundo se lo daré.
—¡Por lo mismo!, digo que la estas consintiendo demasiado.
—¡Tranquilo Alan!, solo lo hago porque puedo, ella entenderá si algo llegase a pasar.
—Ai, rojo —pegada a mi oído la pequeña quiere ver mis ojos, es algo que tenemos como secreto y creo que se acuerda de sus vidas pasadas. Siempre le ha gustado y la vez que le dije que teníamos que mantenerlo oculto solo me hizo prometerlo de meñique.
—Mañana cuando papá no vea —beso su mejilla y ella hace un mohín, no le gusta que la bese cuando tengo barba, pero debo mantener para verme un poco mayor.
Caroline llego detrás de mí con el peluche de conejo que le había traído de Japón a Amaia, sí, la nueva filial está en Tokio. Quise mantener las relaciones con el país nipón por algo de sentimientos, a la vez me ha ayudado un montón que se estén desarrollando en tecnología a un paso muy rápido.
Viktor estima que si todo resulta bien, la empresa pronto pasará a manos de Alan y mías, él ya quiere retirarse pero siempre nos estará asesorando. Es importante la experiencia en este ámbito.
—Deberíamos irnos —Alan llega a mi lado y nos disponemos a salir de la casa, dejando a una pequeña acostada y a punto de dormir—. Vamos en mi auto —dice antes de subirme al mini que tengo estacionado fuera de su casa.
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Ni tan Demonio {Completa}
Fantasy«Mi desgracia no es consecuencia de mi manera de pensar, sino de la de los demás». El Marqués de Sade. Nací después de un gran suceso y tocado por la mano de Lucifer, después me enamore de una persona tocada por un ángel. Me la arrebataron, me lasti...