Ni tan Demonio {Completa}

EL PRINCIPIO DEL FIN

(Si Wattpad te trajo aquí primero, te cuento que hubo doble actualización. Primero debes leer "Sensible").

Unos años después.

—¿Te acuerdas cuando Kail se desmayó? —Alan ríe de forma burlesca.

—¡No te rías! —Caroline está roja por aguantarse la risa.

—Es que no pudo haberse desmayado, y Gabriel, el pobre cargo todo esto —dice señalándome de pies a cabeza.

—Por lo menos Gabriel podía moverme —sonrío— Caroline tuvo que terminar los documentos en el hospital porque llegaste muerto, debilucho.

—¡Oye! Cualquiera se cansaría de cargar a una bestia como tú —el rubio alega.

—A Gabriel no le importo —digo encogiendo los hombros.

Nunca me olvidaré de ese día cuando me ayudaron, ellos fueron unas buenas personas y cuando desperté me lleve la sorpresa de la vida. Caroline y Alan estaban durmiendo en el sofá a los pies de mi cama, cuando pude enfocar, el pequeño fénix azul estaba mirándome directamente y estaba posado encima de ella.

En ese instante lo supe.

Ella traería a Amaia de vuelta.

Ahora estamos en eso, Caroline está que explota, parece que lleva un globo en su cuerpo, tanto, que ya no se puede parar ella sola y Alan está al pendiente de todo. Hoy cocine yo para que él pudiera descansar aunque sea unos minutos ya que mi amiga está más demandante que nunca.

Nuestra relación con Caroline comenzó desde que yo estaba en primer año, cuando conocí a Viktor como profesor de comercio internacional, costos y contabilidad. Como era un alumno que le costaba ponerse al día porque básicamente mis antecedentes estaban falsificados, tuve que ir a clases de nivelación por los primeros meses para tener una rutina de estudio. Fue un verdadero dolor de cabeza.

Cuando Viktor me dejaba estudiar en su despacho ella llegaba a dejarle el almuerzo que enviaba Mirta, la esposa de Viktor madre de Caroline, para que pudiera comer y no saltarse ningún horario gracias a su enfermedad.

Al poco tiempo, nos hicimos grandes amigos, aunque ella estaba estudiando modas, siempre la veíamos en la escuela de economía. Era todo un espectáculo verla con esas cosas raras los primeros meses, después se convirtió en la dueña de una pequeña cadena de Boutiques en toda Francia.

—Alan, creo que necesito ayuda —estiró sus manos para ponerse de pie— ya me duele la espalda en esta silla.

—Te llaman debilucho —golpeó su costado para que salve al globo.

—¡Alan! —Caroline lo llama con urgencia y nos asustamos.

—¿Qué pasa amor? —ambos llegamos a su lado en segundos.

—Me duele —esta roja, pero no fue todo.

Cuando la vimos no alcanzamos a notar que el piso estaba todo mojado, Alan terminó en el suelo después que se resbaló. Nos miramos y no alcance a reaccionar cuando no me aguante la risa. No podía parar y note de dónde venía toda el agua mientras que Alan miraba con asco sus manos.

—¡Mierda! —gritamos al instante con Alan.

—¡Par de imbéciles muévanse! —Caroline gritaba— ¡Se me rompió la fuente!

Al segundo levante a Alan y tratamos de moverla, no teníamos opción, comenzamos a mover la misma silla alejándonos de todo lo que había en el piso y cuando ya estábamos en un lugar seguro los nervios de ambos se nos dispararon cuando ella casi nos mató del apretón que nos dio a cada uno.