- ¡Despierta idiota! -Me grita Brian- ya han pasado días -me patea con más fuerza de la que quisiera- te he extrañado allá arriba -me patea de nuevo.
-Sabes que tus caricias no me duelen -digo pensando que aun muero, pero me siento perfecto.
- ¡Ya quisieras que sean caricias! -Golpea de nuevo mi espalda- mueve ese culo podrido, ¡has dormido por tres días!
- ¿Qué? ¡¿Días?! -en que momento perdí tanto la noción del tiempo.
-Sí, muévete, me debes algunas por arrastrarte hasta aquí -veo que estoy en el piso del sollado- Lucas me dijo que te dejara, pero medio muerto no sirves. Tenemos que empezar con las clases de espada, necesito ayuda con algunas cosas y los tripulantes ya se están poniendo hostiles con estas condiciones.
- ¿No me dejarás revivir de nuevo? Dame unos minutos para poder levantarme.
- ¡Ni siquiera moriste! -dice de buen humor y tratando de arrastrarme de nuevo ante mi negativa de querer moverme- solo fueron unos mareos, hasta tu mamá los aguanta mejor.
Cuando subimos a cubierta, veo que Lucas está disfrutando del sol. El chico que me ayudo corre de izquierda a derecha tomando y acomodando las cuerdas, sube ágilmente hacia las alturas de los postes que afirman las telas que agarran el viento y que nos ayudan a movernos más rápido, me siento totalmente ignorado.
- ¡Kail! -Dice Lucas sonriendo- demasiada agua para un animal de tierra.
-Demasiados movimientos, ni el alcohol hace este efecto -trato de sonreír.
-Lo bueno que ya estás en pie.
-Creo que ya me acostumbre -me encojo de hombros, el no despega la vista del libro.
-Eso es bueno, pensé que tendríamos que arrastrarte todo el viaje.
-Amo, ¿está bien si le pateo el trasero? -interrumpe Brian para que note su presencia. Creo que esta relación tiene más que solo a un Amo con su leal sirviente.
-Tienen mi permiso mientras no se maten -dice haciendo un ademan de mano dedicándose de nuevo a su libro.
Los otros chicos que vienen con nosotros se sientan en el piso para ver que puede enseñarme Brian, él me pasa un palo que simula ser una espada- tiene el mismo tamaño, pero el hierro es más pesado -dice. Esto es demasiado liviano para mi gusto, hubiera preferido el hierro pero no queremos accidentes.
Los días de convierten en semanas, nuestras prácticas se han hecho muy intensas, hasta Lucas, con esa apariencia de señorito de ojos azules y cabello rubio se une a las luchas. No pasa mucho tiempo para que me entreguen una espada de verdad.
Mi rutina todos los días consiste en practicar con el alfiler, tratar de comer algo decente, escribir cada día para contarle a Beth sobre lo que hemos vivido. También está Ed, el chico que me salvo con ese asqueroso jugo, me enseño sobre cómo navegar, de la posición de las estrellas para guiarme, orientación del viento para ir más rápido y todo lo que encontró necesario. Realmente le agradezco, pues gracias a eso, puedo escabullirme a lo alto de los mástiles para disfrutar del viento de media noche en soledad, de una maravillosa vista y del sonido de las olas, una sinfonía que casi me dan ganas de aprender a tocar algún instrumento para compartir este maravilloso sentimiento.
Luego de algún tiempo, las cosas comenzaron a cambiar para nosotros, un día llego una paloma mensajera desde el otro barco anunciando no muy buenas noticias.
-El capitán de la nave dice que el viaje se demorara unos cuantos días más de lo planeado -comienza Lucas con el discurso- las provisiones de alimento se racionaran para que duren hasta tocar tierra de nuevo, no podemos hacer nada, solo esperar que las cosas salgan lo mejor posible hasta llegar y que el viento esté a nuestro favor, Cristóbal espera ayuda de cada uno de nosotros.
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Ni tan Demonio {Completa}
Fantasi«Mi desgracia no es consecuencia de mi manera de pensar, sino de la de los demás». El Marqués de Sade. Nací después de un gran suceso y tocado por la mano de Lucifer, después me enamore de una persona tocada por un ángel. Me la arrebataron, me lasti...