—¿Estás seguro que esta es tu casa?
—¿Por qué nunca me crees? —le hago señas parado en la puerta principal para que no nos quedemos en la entrada— será mejor que pases.
Estamos en el pent-house que Caroline remodeló para nosotros. Las paredes blancas y muy pulcras se combinaban bien con los colores de los muebles y los cojines chillones del sofá que había pedido Keila. Necesitábamos una renovación, pero esto es más de lo que puedo pedir.
—Arriba a la derecha está el cuarto de invitados, tiene baño propio —digo riendo por la cara de sorpresa que tiene al mirar todo a su alrededor—, si quieres pagar por el alojamiento, debes cocinar porque no soy muy bueno todavía.
—¡Menos mal que tienes un defecto! —sonríe antes de pasar por mi lado.
—¡Que chistoso! Al menos no muero de hambre.
Dejo todo en la sala y desfallezco en el sofá, comienza a nevar anunciando que el cumpleaños de Amaia está cerca y que este año no iré a visitarla para no molestarla.
Es un buen ambiente para relajarme unos momentos. Tengo que arreglar todo para estos días y Keila me tendrá que ayudar a que Thomas tenga una actitud más determinada contra los del clan de Stein, aunque sea un mero acto debemos vivir tres años más lidiando con el idiota y todos sus súbditos.
Me doy ánimos para moverme hasta la cocina y revisar que hay, menos mal que le avise a Williams que llegábamos hoy a la casa. cuando abro las puertas la lacena esta surtida de los gustos de Keila y víveres para cocinar. No tengo que salir de compras, no me molesta pero creo que es una pérdida de tiempo.
—¿Puedo recorrer la casa? —Aparece un niño grande frente a mí—, si el cuarto tiene esta arquitectura y me encanta todo lo que veo quiero verla más en detalle —sus ojos brillan de emoción.
—Bajo tu responsabilidad, si encuentras los juguetes después no te quejes —digo sacando dos tazas para el café.
—Mejor si encuentro alguna consola de juegos —me sostiene la mirada con una sonrisa y yo sigo serio para molestarlo— ¿son consolas? ¿cierto? Dime que tienes un Nintendo en alguna parte.
—Sabes que no me refiero a "esos" juguetes —no puedo soportar más las carcajadas cuando mi amigo está rojo hasta las orejas por darse cuenta de lo que estoy hablando.
—¡Eres un pervertido! –lucha con sus emociones y con lo que su cerebro trata de decirle—, ¡Y vives con tu hermana!
—Siempre con límites —sirvo las tazas humeantes—, ya te enseñaré o dejaré que ella lo haga. Aún no lo sé.
—No quiero amanecer atado a tu cama —suspira y no levanta la mirada.
—¡Tranquilo! Vamos, que tenemos tiempo para mostrarte todo, el interior es un poco pequeño pero te encantarán las terrazas.
—Si dices que esto es pequeño, ya no quiero que conozcas mi casa —dice avergonzado.
—Que lamentable, ya hable con tu madre y me invito las próximas vacaciones en modo de agradecimiento —voy hasta mi sofá favorito y veo como los copos caen lentamente—. Puedes ocupar todo lo que encuentres y quieras, en el estudio hay una biblioteca, está a la izquierda de tu cuarto. Te advierto, los libros de cuero sin títulos están escritos por mis antepasados —fue una sugerencia de Lucifer, traer algunos ejemplares para leer lo que pasó con mi vida—. También la habitación al frente es de Keila, propiedad privada, si quieres vivir es mejor que no te confundas de puerta.
—No tocaré los libros —levanta las manos en son de paz— y gracias por la advertencia, solo quiero conocer la casa —se sienta en la silla más pequeña que encuentra.
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Ni tan Demonio {Completa}
Fantasy«Mi desgracia no es consecuencia de mi manera de pensar, sino de la de los demás». El Marqués de Sade. Nací después de un gran suceso y tocado por la mano de Lucifer, después me enamore de una persona tocada por un ángel. Me la arrebataron, me lasti...