Las Vegas (Primera parte)

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Capítulo XLII: Las Vegas (Primera parte)

Connor

Respiro hondo como las muchas veces que he venido a esta casa. Sus grandes ventanas y pulcra limpieza te logran engañar. Me dejan entrar y no preguntan ni cuestionan como siempre pero también me doy cuenta de la cantidad de hombres que tiene Damián. La puerta de la entrada esta abierta por lo que solo entro sin importarme si soy bienvenido o no.

—¿Qué haces aquí? —me pregunta Preston.

Sonrío.

—Pensé que te gustaría tenerme aquí ¿No es lo que querían?

Su rostro me dice lo sorprendido que esta. Lo dejo solo con su malestar porque no creo que le gustara lo que le he dicho. Y también entiendo que no fue su idea sino de Damián. Thomas no es precisamente alguien que quiera a la familia, mucho menos a mi. Sin embargo idolatra a Damián, es su figura paterna.

Toco la puerta y sin que me diga que pase, entro viéndolo todo como siempre antes de verlo a él. Me siento frente a él y yo de verdad me sorprendo de su aspecto. Definitivamente no es el hombre que he conocido toda mi vida. Lleva barba de días y tiene ojeras. Espero no ser la razón de su cambio.

—Hijo —tiene un baso de whisky en su mano y el ceño fruncido.

Supongo que cuando los hombres tenemos estos momento existenciales en los que no sabemos que hacer nos pasa esto, nos dejamos caer. Quizás yo me veía de esta forma cuando consumía cocaína.

—Deberías dejar de beber. No eres el Damián que conozco. —ríe sin ganas.

A pesar de todo no me gusta la idea de verlo de esta forma. Siempre he creído que era un hombre de acero, que no se rompía con una caída. Ahora solo es un hombre que le falta algo.

—No me siento yo —hipa al final de la frase.

Ya no se que hago aquí, sinceramente venia en plan de discutir con él. Ahora solo quiero irme porque la compasión que creía que no tenia hacia él, la siento en este momento.

—¿Por qué estas así?

—Porque siento... que lo he perdido todo.

No siento lastima porque no soy de esos. Seria un poco hipócrita porque a mi no me gusta que me vean con lastima.

—Aun tienes a tu hermano y sobrino.

—No. Ellos no son más que unos idiotas que solo piensan con los huevos que con el cerebro.

Y aun así bebido, sabe lo que hace.

» Extraño a Lauren. Ella siempre estuvo conmigo y siento que me quedo solo.

—Pero esta mal. Aun necesita ayuda.

—Eso lo se y la dejare en ese centro pero cuando este bien volverá aquí, a su casa, con su familia. Haré que todos vuelvan. —mantiene su mirada en mi y se a lo que se refiere—. A eso has venido ¿no? A reclamar por el accidente de tu novia.

—Si pero cambie de opinión. Solo voy a decirte que no dejare que le hagas daño a mi familia.

—Eso quiere decir que vendrás a vivir aquí.

—No lo se pero solo te vine a advertí que los tocas me pierdes para siempre.

Se queda en silencio contemplándome con una de sus manos en su mejilla.

—De acuerdo, no haré nada en contra de ellos ni de tu novia pero tengo condiciones.

Sabia que esto pasaría.

EL PRIMER LATIDO © | #SagaLatiendo (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora