Capítulo XLII: Las Vegas (Segunda parte)
Connor
Solo estaremos en las tres horas del show y luego volvemos en avión rápidamente, además es un viaje de una o dos horas por lo mucho. Dan se encuentra ansiosa esperando un taxi pero con una gran sonrisa en los labios. Beso su cuello mientras esperamos a Sami y Nikki que fueron al baño, ya que mi querido dolor de culo tiene una vejiga del porte de un maní.
—¿Quieres ir a una capilla y que nos case Elvis al lado de Marilyn? —le pregunto mientras beso su cuello.
La escucho reír y me divierte que no se lo tome en serio, aunque por mi lo haría.
—Por mucho que te ame, no estoy tan loca.
—Oh, entonces nos tenemos que embriagar y casar después para que sea mucho más divertido. —besa mi mejilla mientras sonríe.
Tomo mi celular para ver la hora, han pasado diez minutos y esos dos no vuelven. Aun abrazado a Dan envío un mensaje a mis padres haciéndoles saber que ya llegamos y que volvemos en cuanto termine.
—Deberías decirles también que me qué quieres engañar para que me case contigo —comenta burlonamente.
Muerdo su cuello y se queja.
—Si y también que queremos adoptar a Sami y Nikki como nuestros hijos.
—Me gusta tu idea.
Ambos reímos al mismo tiempo.
—Ya, aquí estamos. —alzo las cejas por la evidente tardanza pero más que nada la lujuria en sus ojos y bueno en sus labios inflamados.
Por lo menos Nikki se sonroja. Es evidente que fue divertido. Rio mientras los observo.
—Genial, mientras ustedes no estaban, nosotros planeamos nuestra boda y todo.
Dan ríe mientras hace parar un taxi para los cuatros. Subo adelante y ellos atrás. Le doy la dirección a la que nos dirigimos para ver el show. Reímos todo el camino dado que Dan decide molestar a los tortolos lujuriosos, no me importa hacerlo tampoco, casi nunca pasan esta cosas y cuando pasan hay que aprovecharlas.
—No diré nada. —dice Sami sonriendo.
—Mas te vale porque siempre le sigues la corriente.
—Bueno, supongo que eso es ser inteligente, Nikki —le hago saber—. A veces hay que callar.
Ya nos acercamos y vemos como la ciudad brilla por todos lados. Sonrío al ver los ojos de Dan muy abierto adsorbiendo todo lo que puede. El taxi nos deja cerca de la fuente y desde ese lugar comenzamos a caminar por los lugares turísticos ya que aún es muy temprano. Debemos estar a las nueve y aun son las cinco de la tarde.
Tomados de la mano caminamos y nos sacamos fotografías. Creo que la aplicación favorita de Dan es Instagram ya que sube fotos nuestras y de ella todos los días.
—Deberíamos ir a comer antes de ir al concierto —nos dice Sami y creo que tiene razón.
Nos acercamos a un restaurante y pedimos una mesa para cuatro. Me gusta la música latina, por supuesto que es en vivo y la decoración colorida le da algo alegre al ambiente. Comemos los clásicos, tacos mexicanos y comida puerto riqueña y sin duda la cubana.
Comemos tranquilamente y después de treinta minutos no nos podemos parar de las sillas. Disfrutamos del banda latina que cantan muy bien por cierto. Me levanto de la silla y le tiendo la mano a Dan que está muy entretenida viendo como algunos de los clientes bailan en medio del restaurante.
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EL PRIMER LATIDO © | #SagaLatiendo (Libro #1)
Genç KurguConnor es un chico de 20 años pronto a cumplir los 21 años. Un chico normal a la vista de todos, pero con una doble vida que comienza a crecer. Todo comienza a tomar un rumbo excitante, aunque desconocido para él. La familia, la maldad del mundo y t...