Noche Azul

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«Abro los ojos, siento que todo da vueltas. Siento que la oscuridad me invade, que el ritmo de mis latidos se acelera; que los pensamientos se aglomeran y quieren salir a prisa por mi boca y solo alcanzan a cerrar mi garganta con un nudo y a inundar mis ojos sin darme tiempo a procesar si lo que vivo es real o no.

Siento la presión en mi pecho que me hace querer escapar. Parece que se me olvida que son las 3:48 am y que soy el único ser insomne, a pesar de que algunos me dijeron que van a estar aquí.

Siento el frío que cala mis huesos, que me hace sentir la ausencia de quien más quiero en mi vida como un golpe directo a la memoria; un golpe que hace brotar la primera lágrima. Ha comenzado el diluvio, entre sollozos y pensamientos que no se detienen.

Caen a cuentagotas los segundos y la presión aumenta; los ojos se cierran, pero sin conciliar el sueño y así como quien no lo quiere llega el recuerdo de una sonrisa; una que hace mi mundo mejor, que ahora me hace sentir nostalgia y me hace sentir que, si logro verla una vez más, el sufrimiento podrá desaparecer y me juro que haré lo que sea necesario para tenerla en mi vida de una vez por todas, sin más miedo.

Espero poder lograrlo, porque la idea de no hacerlo me hace sentir inútil, con un vacío a pesar que haya gente alrededor, desilusionada, sin ánimos y que no tiene sentido el luchar por nada más que ser feliz. Espero poder sobrevivir a esta noche azul.»

DesnudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora