Tal Vez

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Estoy justo en la entrada del baño, lista para darme un baño, solo llevo la toalla puesta. Tomaré un baño y me acostaré para dormir, ya está bueno por esta noche, y estoy segura que mañana saldré con más fuerzas y ánimo para enfrentar lo que venga de ahora en adelante.

El teléfono suena y camino rápido hacia la habitación, siento la toalla algo floja, voy casi corriendo. Me pregunto quién me estará llamando a esta hora.

Tomo el teléfono, que estaba cargando en la mesita de noche, al lado del closet que tiene un espejo.

- Meredith cariño- es Javier.

- ¡Hola! Cuéntame de ti, perdido.

- No estoy perdido, aunque no me sientas estoy al pendiente de ti.

- Eso lo sé, sabes que yo también.

- Supe que terminaste tus sesiones de terapia y quise felicitarte por ello.

- ¡Sí, así es! ¡Recién terminamos las terapias y creo que fue un éxito! ¡Gracias!

- Y ¿qué piensas hacer ahora? - pregunta con tono de intriga.

- Más que nada, vivir. Tengo bastantes razones para hacerlo y todo este proceso me ha ayudado a conocerme mejor. Además, pienso demostrar lo que siento, sin miedo, sin máscaras y sin pensarlo mucho.

- ¿Y aparte de eso?

- No sé, he pensado en tal vez escribir un libro. Tengo por ahí varios escritos y solo sería cuestión de organizarlos.

- ¿Un libro? Eso suena muy interesante. Sé que escribes bien y ya me gustaría leerlo.

- Gracias por tus palabras y tu apoyo con todo esto.

- No es nada, tú ha sido la que has puesto empeño y has querido mejorar por ti misma. Pero cuéntame más de ese libro ¿Cómo se llamaría?

Siento que la toalla se me va aflojando y antes que pueda agarrarla se cae, quedando a mis pies.

- No sé todavía, pero creo que tengo una idea.

Y pienso en cómo me he sentido en todo este proceso mientras me quedo mirando fijamente al espejo. Todo ha sido un proceso de desnudez, al punto de encontrar respuestas donde ni siquiera pensé buscarlas.

Tal vez siga encontrando más, pero las condiciones han cambiado, no quiero llenar mi cabeza de preguntas y tengo una vida que afrontar, así que luego ya veré qué hago con esa idea.

- Está bien, te hablo luego. Ya sabes, estoy aquí si me necesitas.

- ¡Está bien, bye!

DesnudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora