Solo Eso

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«¿Qué quiero?

Que estemos en total sincronía, que lleguemos al clímax de nuestra compañía. Que el silencio sea cómplice de las miradas, que los dedos sigan el camino que se les antoje.

Que los temores se vayan mientras aumentan los besos, que los latidos se vuelvan la medida justa del tiempo.

Que la piel se erice y el sudor no importe, que la ocasión me lleve a descubrirte, a tener tu cabello por toda mi cara; a sentirte encima de mí, a darme el lujo de no soltarte.

Que me mires con esos ojos que penetran mi alma mientras me vuelvo uno contigo, mientras mis manos se siguen deslizando por toda tu silueta y siento que eres real, que no eres fantasía y que al menos una vez tu recuerdo no es quien me acompaña.

¡Oh!, cuánto quisiera que tus dedos se enlacen con los míos mientras tu boca me hace sentir que el resto del mundo se detiene y solo tú y yo vamos al ritmo de las olas del mar.

Tan solo eso quiero: que nos dé por mostrarnos tal cuáles somos, sin miedos ni vergüenza, con la seguridad de que será un momento qué pueda sobrepasar los límites de mis pensamientos.»

Miro a mi izquierda y tomo una servilleta que parece haber estado debajo de una copa. El rastro de vino es leve, pero no importa, solo me pongo a dibujar par de líneas a lápiz que parecen una silueta desnuda, tal como me siento ahora y quizás luego la termine botando. Mientras tanto la dejaré guardada dentro de uno de los libros de mi estante, tal vez después me sirva para inspirarme y tratar de describir cómo me siento a través de todo este proceso.

DesnudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora