Capítulo 41| Un juego juntos

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Hace un tiempo considerablemente largo que no me había preocupado por volver a jugar futbol americano con mis amigos, aunque sí lo practicaba, ya no lo hacía con tanta frecuencia. Sin embargo, la temporada esta por llegar a su fin y, después de unas largas semanas de rogarle al entrenador que me permitiera jugar, por fin pudimos llegar a un acuerdo. Jugaría, sí que lo haría, aunque con reglas estrictas. En pleno siglo XXI no podrían prohibirle a una chica jugar futbol americano con sus compañeros, por supuesto que no permitiría eso. Nuestros padres estarían en el campo viendo el partido, los invitamos para que nos apoyaran.

Durante este tiempo la conversación que tuve con Tyler Wirthman cuando me secuestró (porque sí, lo que hizo tiene un nombre y es secuestro) no ha salido de mi cabeza. Es decir, estoy consciente de las cosas que sucedieron para desencadenar la situación en la que nos encontramos, pero eso no deja de lado los sentimientos que tengo hacia él. Porque debo admitir que al analizarlo de la forma más objetiva que me es posible, me percato que soy una estúpida.

—Soy una estúpida, Daniel —admito en medio de los vestidores, somos de los pocos que aun estamos aquí, ya que el resto de chicos se encuentran reunidos con el entrenador.

— ¿Hasta ahora te das cuenta, Dylan Parker? —su voz burlona me hace empujarlo.

— Se disculpó, me contó muchas cosas de su vida, pero también hizo muchas otras que me afectaron. Por Tyler, Derek y Evan estuve en coma, ¡en coma!

— ¿Pero Ty te gusta? —inquiere.

Me lo pienso unos segundos, mordiendo mi labio inferior. ¿Me gusta? Ese tipo me encanta, pero sería una estúpida en admitirlo después de tantas cosas.

—No debería.

—Pues no, mi ciela —su frase me hace sonreír—. Pero que no deba no significa que tus sentimientos por él desaparezcan de la nada. Son más tóxicos que Chernobyl, pero sé por lo que han pasado, pienso que al final del día se merecen una verdadera oportunidad, sin embargo, ambos deben poner de su parte. Dylan, date cuenta. Tyler fue un mujeriego, cuando estaban en "algo" besó a Brittany, ustedes se hicieron novios y te llega un video de él haciendo el delicioso con ella...

—Me queda claro que no deberíamos estar juntos —resoplo.

—Ese no es el punto al cual quiero llegar. Pienso que han tenido demasiados obstáculos y ninguno de los dos tiene el mejor carácter del mundo. Eres una grosera y siempre le dices "hijo de puta" como si su madre tuviera la culpa —ríe—, y él la caga, la sigue y la seguirá cagando. Solo pienso que, si realmente quieren darse una oportunidad, deberían discutirlo. Ambos tienen sus defectos, la idea es que logren superarlos juntos, no que al primer problema terminen peleando.

—Podría intentarlo.

Le sonrío, pero no le da tiempo de responder, pues somos llamados por el entrenador. Por tercera vez consecutiva recibo una charla del entrenador, en la cual me advierte sobre el juego, que soy una "niña" y sigue sin estar del todo de acuerdo sobre mi participación en el juego final de la temporada contra unos chicos diez veces más grandes que yo.

La emoción que me embarga al pisar el césped del campo es indescriptible. La tribuna repleta de espectadores eufóricos, quienes gritan, alardean y sacuden banderas; las porritas de cada equipo animando con sus pompones y diminutas faldas, mis compañeros de equipo saltando y gritando con animosidad, cada detalle intento guardarlo en mi memoria.

— ¡Vamos, equipo!

El pitazo inicial da comienzo al juego más esperando de la temporada: el final. Los golpes, caídas y alaridos no se hacen esperar. Los jugadores corren de un lado a otro demostrando sus habilidades y estrategias. Cuando el balón llega a mis manos, mi cuerpo y el tiempo se paraliza, como si no existiera nada más. Mis piernas se mueven por impulsos corriendo a través de los jugadores adversarios, mientras que mis amigos y compañeros se ocupan de que no me tacleen antes de tiempo. Sin embargo, sus esfuerzos no fueron suficientes para que un mastodonte de dos metros me golpee desde abajo y mi cuerpo caiga al suelo con tanta fuerza que quedo aturdida por varios segundos.

Por segunda primera vez [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora