Capítulo 21| Las reglas están para romperse

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Hace varias horas (ayer) publiqué el capítulo, pero por alguna razón me seguía apareciendo en borrador. Agh, creo que Wattpad tiene problemas. Sin más preámbulos, aquí el capítulo.

No saben cuánto me costó publicarlo, así que voten, comenten, releanlo, todo.

***

Fue largo el sermón que tuve que soportar por parte del director, sin embargo, mi padre pudo convencerlo para no sufrir ningún castigo o suspensión. Por más que los chicos me pidieron explicaciones no se las di, no me apetece contar sobre la conversación que tuve con la pelirroja. Eso sí, sus palabras se grabaron a fuego en mi mente. Incluso llego a pensar que en parte tiene razón, es decir, no conozco casi nada de los chicos. Ni siquiera sabía sobre el cumpleaños de Tyler, que por cierto, es hoy. Quise felicitarlo, pero salió demasiado temprano con mis amigos. Tuve la oportunidad de escuchar sobre la fiesta que Nick le planeo y necesitaban tener todo listo, por lo poco que sé, la mayor pare de los universitarios están enterados de dicha celebración y tienen pensado asistir.

Recibo un mensaje de Jane, quien dice que ya está afuera esperándome, de tal manera que le permito pasar. No me he arreglado, por lo que su cara de horror al observarme me deja en evidencia de debo lucir horrible.

—No vas a ir así, claro que no.

La chica se introduce de cabeza en mi armario y las prendas comienzan a volar por los aires, en poco tiempo una pila de ropa se ha formado en el suelo. Si pretende que recoja eso luego, está demasiado equivocada. Durante todo el tiempo me mantengo sentada en la cama.

—Debes impresionar, a Tyler, principalmente —dice sus pensamientos en voz alta, enarco una ceja.

—No debo impresionar.

Estoy consciente que es una fiesta universitaria, no iré en pijama, aunque la comodidad de usarla suene tentadora. Pero tampoco debo lucir como Selena Gómez.

— ¿No te convenceré de usar un vestido, verdad? —inquiere, si bien ambas conocemos la respuesta.

Ella lleva uno en color azul rey, combinado con unas plataformas no tan altas. Yo, en cambio, estoy con mi pijama de patitos. Niego con la cabeza, un bufido es mi respuesta.

—Dios, estos jeans son de infarto —exclama al tomar entre sus manos un par de jeans negros ajustados—. Póntelos, ahora busco con qué combinarlos.

— ¿Desde cuando eres una gurú de moda? —murmuro con diversión al atrapar lo que me lanza.

—Desde siempre, nena. O sea, ¿no lo ves? —habla con una voz extremadamente falsa y retira su cabello de su hombro al estilo diva, me hace reír.

—Pareces Brittany —su rostro de horro al escuchar mi comentario no tiene precio.

— ¡No! Quítamela, quítamela —comienza a saltar en medio de lugar. Un segundo después rompemos en risas—. Oye, ¿por qué fue que pelearon?

Ahí la pregunta que he estado enviando en los últimos dos días. No le he relatado a nadie sobre la conversación que tuvimos, la cual fue el detonante de nuestro enfrentamiento. Es molesto que, con un par de palabras, haya cambiado por completo mi estado de ánimo, hasta tan punto de ser capaz de romperle la nariz. No me considero a mí misma una chica paciente, más bien vendría siendo una imprudente sin remedio. Pero, aunque la mayor parte de las personas que me conocen saben eso, están de acuerdo que no golpearía a alguien sin una razón de peso de por medio.

Ella sigue en su búsqueda de la blusa perfecta, mientras que me enfundo en los jeans.

—Seré sincera —resoplo—. Mencionó cosas de mi vida que no me agradan, como el hecho de no recordar casi nada de ella. Ah, y dijo que se había cogido a Tyler —aprieto la mandíbula al mencionar eso último.

Por segunda primera vez [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora