[POV TAEHYUNG]- ¡KIM TAEHYUNG! – No por favor. Kim Hyuna ha entrado a mi casa delante de Seokjin quien al igual que Jimin, poseen un par de copias de las llaves de mi casa.
Tener a uno de mis hermanos dando por culo en cas ya es suficiente, pero con los dos...
- ¡¿Te das cuenta de qué podrías haber muerto?! – Cambia rápidamente su temperamento, abrazándome como a un bebé. – Mi pequeño Taetae, por favor ten mucho cuidado ¿Si? Seokjin me ha dicho que no te estas cuidando para nada y eso no esta bien. ¿No querrás tenerme aquí encima una temporada no? Porque si es así, ahora mismo le digo a Hyo-jong que se las apañe él solito con los niños y punto.
Sonrió al recordar a mis dos sobrinos traviesos. – Esos niños ¿Cómo están?
- Muy grandes y deseando volver a Corea. Deberíais de venir los dos alguna vez, os echan de menos. – Se sienta en mi sofá, desparramando todo por todas partes, completamente agotada del largo viaje. – Y bueno ¿Hay alguna cosa de la que me haya perdido? ¿Seokjinnie cuando te casas?
Los colores suben a la cara de mi hermano, dejándolo sin habla. – No esta permitido el matrimonio homosexual en Corea. – Consigo decir yo, creyendo que así puedo quitarle un peso de encima a mi hermano. – Pues te vienes y te casas en San Diego. Como si hubiese muchos problemas.
- No hemos hablado nada de eso aún noona. – Le contesta él, dejando el tema por zanjado para saltar al pequeño. - ¿Y tú Tae? Por lo que veo sigues igual de solo.
- Y a mucha honra. No tengo planes de entablar una relación en estos momentos. – ¿Por qué tanta insistencia en que tenga pareja? Se que tengo veintitrés años, tirando para los veinticuatro a finales de año, pero soy aun muy joven.
-Alguien tiene que haber. – Dice, a lo que mi hermano asiente. – Puede que no te lo quieras creer, pero en esta familia somos todos visuales, lo mejor de lo mejor heredado por nuestros padres, que en paz descansen.
- No los nombres, solo atrae los malos recuerdos. – Ambos callan ante mi esperada reacción, y es que desde la muerte de mis padres a manos de un lunático hará ya seis años, no hemos querido rememorar aquellos momentos. – Entendemos que fuses un duro golpe para ti con los dieciocho recién cumplidos, pero no puedes encerrarte en ello y no volver a hablarlo. Hay que seguir adelante Tae.
- No hasta que haya pillado a ese cabrón. – No me hice policía por nada, pienso para mi mismo. – Te esfuerzas demasiado pequeño. – Ahora es mi hermano quien se ha sentado a mi otro lado, pasando su brazo sobre mis hombros.
Hyuna se une al extraño abrazo, sin decir nada más, simplemente manteniéndonos los tres en completo silencio, disfrutando de tenernos los unos a los otros desde pequeños.
Termino de rellenar unos papeles enviados por mi superior, como trabajo para analizar mientras no pueda asistir físicamente al cuerpo, cuando escucho un fuerte estruendo abajo.Me equipo con mi pistola y bajo deprisa, pero con cautela, mirando hacia todos lados, esperando por cualquier movimiento que delate a quien se haya colado. Una sombra se hace presente en mitad del salón, tratando de no pisar los libros mientras rie como un loco.
Enciendo una luz con la pregunta pintada en mis muecas. - ¿Jungkook?
- ¡Taetaeeee! – Se le ve feliz, demasiado a decir verdad, da un par de pasos más hasta alcanzarme y abrazarme fuertemente contra su pecho. Esta vez es más alto que yo, debido a sus tenis negras con un poco de plataforma contra mis pies descalzos con el pijama. – Hueles a alcohol ¿Cuánto has bebido?
Le miro a los ojos, notando como estos se encuentran completamente dilatados y negros como la noche, reflejando un atrayente brillo acentuado con sus mejillas rojas. – Deberías de irte a casa y descansar.
Pero me frena antes de que lo mande afuera para llevarlo sano y salvo a su casa, rezando por que sus padres estuviesen dormidos o se ganaría una buena bronca.
- Shhh Hyung. – Pone su dedo índice sobre mis labios, mientras sonríe de medio lado. - ¿Qué? – No consigo formular mi pregunta porque siento unos toques sobre mis labios que va haciéndose cada vez más intenso.
Me dejo llevar por el beso tras la sorpresa, pasando mis manos por detrás de su cuello, enterrando mis dedos entre sus hebras azabaches. Él me sujeta de la cintura, pegando nuestros cuerpos mucho más, pegándonos contra la pared en mi espalda.
Cuando el beso se torna mucho mas candente me doy cuenta de lo que estoy haciendo y lo separo abruptamente, viendo su cara de confusión, mezclada con el sueño y la borrachera. – Estas muy borracho, deberías irte.
Pero no me hace ni caso, volviendo hacia mí, tratando de continuar con lo que corté. – Jungkook, por favor. – Sin más remedio le guio hasta una de las habitaciones de invitados, dejándolo medio inconsciente sobre las sábanas.
Recuerdo apenas como él hizo lo mismo conmigo tiempo atrás, reprochándome por ser tan insensato. Quito sus zapatillas y compruebo que su ropa esta mojada, seguramente de la piscina, por lo que termino por quitarle la camiseta y pantalón con mucho pudor, vistiéndolo de nuevo con un pantalón de Jin y una camiseta oversize que le queda bien, porque mi ropa no creo que le valga. Le tapo con una fina sábana, al ser verano , no queriendo que pase calor.
Una vez termino con el pequeño gigante, me dirijo hacia mi habitación, echándome completamente cansado de todo, y con las mejillas aún rojas.
-¿En qué narices estás pesando Taehyung? Lo conocéis de hace nada y es aún un chaval ... -Me reprochó, aunque muy en el fondo sé que soy tan niño como él, y a la edad en la que estamos, las hormonas no nos ayudan mucho a la hora de pensar con claridad sobre nuestros impulsos inconscientes.
Una llamda entrante resuena en mi teléfono, cogiéndolo sin llegar a ver quien es el remitente.
- Taehyung – Mi cara queda pálida al reconocer la robótica y odiosa voz. – Cuanto tiempo.
- ¿Vas a decirme que quieres de una vez? – Digo ya exaltado, asumiendo que voy a pasar otra noche en vela. – Ya te dije que no te metieses en asuntos que no te incumbían.- Vuelve con las continuas amenazas, poniéndome de los nervios.
-¿Cómo has encontrado este número? - Cambio continuamente mi posición y me aseguro de no filtrar ningún dato... es casi imposible ... - Lo sabemos todo de ti, Kim.
Después de eso la llamada se corta, dejándome en completo silencio, un silencio temeroso. Lo único que puedo hacer es tirar el móvil lejos, mientras subo mis rodillas hasta pegarlas a mi pecho, tratando de tranquilizarme. - ¿Por qué otra vez?
La puerta de mi habitación se abre de pronto, asustándome tanto que hasta las lágrimas asoman mis ojos de cordero asustado. - ¿Jungkook qué haces aquí?
No me contesta, simplemente viene hacia mi, abrazándome como si me tratase de una almohada. – Duerme Hyung.- Se queda completamente dormido sobre mi, mientras yo solo puedo mirarlo con incredulidad.
Con esfuerzo consigo librarme de su abrazo, moviéndolo a una posición más comoda para dormir. Una vez lo he conseguido, me quedo mirándole por un buen tiempo, observando esa cara de tonto que tiene cuando duerme, con sus labios carnosos entreabiertos enseñando esos dientes de conejo, y sus continuas muecas ante los sueños que ha de estar teniendo.
Unos extraños impulsos se apoderan de mi, queriendo acercarme más para dejar un beso sobre sus labios de nuevo. Pero me retracto de mis acciones. ¿Kim Taehyung en qué estas pesando?
Me echo en el otro lado de la cama King size, arropándonos a ambos con una fina sábana, y en contra de mis pensamientos anteriores, el sueño me arropa fácilmente, dejándome cada vez más sumiso a la inconsciencia, únicamente notando un aliento en mi nuca y unos brazos en mi cintura, que terminan por ser una medicina contra el insomnio de los últimos meses.
Tal vez no sea tan malo tener algo de compañía...
ESTÁS LEYENDO
STEAL HIS HEART [KOOKTAE]
Fanfiction"Podrás venir las noches que quieras a robar. Trata de entrar como puedas. Si consigues robar algo sin que yo me entere, ven a la mañana siguiente en cuanto amanezca y enséñamelo. Independientemente de lo que sea, será todo tuyo." Ships: KookV (pr...