[EPÍLOGO]

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POV TAEHYUNG

El llanto de un bebé se hace presente a altas horas de la noche. ¿O es acaso madrugada? Jungkook se remueve hastiado, cerrando sus brazos sobre mi tórax impidiendo que me mueva. -Kookie, la niña.

-Shhh vamos a dormir. – Consigo deshacerme del abrazo, dejando al dormido conejote en su lugar.

Últimamente ha estado muy agobiado con el trabajo y apenas consigue descansar, por lo que no me cuesta nada ir a hacerme cargo de nuestra pequeña niña a pesar de estar sumamente cansado también. - ¿Qué le ocurre a mi pequeña Eunbin? -Digo con voz melosa cargando a la bebé de seis meses.

Un año después del nacimiento de la segunda hija de mis amigas, Jennie y Jisoo quisieron devolvernos el favor de alguna manera, proponiéndonos volver a usar la inseminación artificial para que Jisoo se quedara embarazada esta vez, pero de un hijo de Jungkook y mío.

Lo sé, somos una familia rara.

El donante esta vez fue Jungkook, lo que hace ver a nuestra pequeña Eunbin como una pequeña replica de él.

Cuando le presentamos la pequeña a Jihyo no pudo evitar llorar al ver el parecido con la fallecida hermana de mi esposo, y más aún al saber que se llamaría igual que ella en su honor. Jihyo y Daniel son unos abuelos orgullosos y sumamente cariñosos con sus nietos.

Con el biberón preparado con la formula de la pequeña, vuelvo a la habitación principal donde Jungkook nos espera recostado sobre el cabezal de la cama, sin poder dormir debido a la falta de contacto físico.

Cinco años juntos como uña y mugre terminan pasando factura.

Observo intrigado el brillar de sus ojos azabaches junto a esa sonrisa tonta que pone a veces. No dice palabra alguna, pero una pequeña lágrima traicionera abandona sus ojos para terminar deslizándose por las mejillas. -¿Está todo bien?

Asiente invitándome a sentarme entre sus piernas, acomodando su cabeza sobre mi hombro y tomando el biberón de mis manos para darle de comer a la princesa de la casa que reposa sobre mis brazos muy a gusto.

Un fuerte trueno resuena fuera de la casa y unos pequeños pasitos acompañados de un leve toque en nuestra puerta no se hacen de esperar. -¿Papis?

Yeontan entra corriendo como miedica que es hasta tumbarse a los pies de nuestra cama, mientras el otro príncipe de la casa ingresa a la habitación con su muñeco en brazos. -No le tengo miedo a las tormentas, pero ¿Puedo dormir con vosotros?

Justo después de mencionar su nulo miedo a las tormentas un fuerte trueno resuena de nuevo, haciendo que corra hasta los brazos abiertos de Jungkook quien me ha devuelto el biberón para poder acoger a nuestro Yeonjun. -¿Conque no tienes nada de miedo eh?

-No, porque soy fuerte ... pero Toto si tiene miedo. -Dice señalando a su peluche.

Yeonjun tiene 6 años. Antes de la propuesta de mis mejores amigas, pensamos varias veces en adoptar a un pequeño, pero luego nos dimos cuenta cuán difícil resulta. No solo por el papeleo y los meses de espera, también por convivir con todos esos niños y saber que no vas a poderles dar un hogar digno a todos, ver más allá de sus ojos y conocer sus dolorosas historias, y después de ello, si consigues adoptar ¿Qué te dice que el niño se va a adaptar a su nueva familia?

Los bebés suelen ser más fáciles, en un mes se han adaptado a las nuevas personas, en cambio, un niño un poco mayor ya ha establecido relaciones con los demás niños del orfanato y con sus respectivos tutores.

Algunos de estos niños también resultan un tanto problemáticos, o bien por alguna conducta heredada por sus padres, o por la situación que les ha tocado vivir a tan tempara edad. Yeonjun fue uno de esos niños problemáticos.

STEAL HIS HEART [KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora