STEAL HIS HEART [KOOKTAE]

{25} LOS TENEMOS EN EL BOTE

"Vendo alfombras. 152215"

Eso dice el mensaje que me acaba de llegar a mi segundo teléfono en mitad del almuerzo. Lisa me mira con una ceja alzada, preguntando desde cuando le he robado el teléfono a mi abuelo y el por qué me llegan mensajes de ventas de alfombras. – Se habrán equivocado.

No le doy importancia delante de ellos, siendo Yugyeom el único al tanto de lo que ese mensaje significa.

"Tengo información, día 15 (hoy) a las 22:15" el sitio se lo pongo yo poco después, mandándole las coordenadas exactas de una cafetería. - ¿Cómo va tu novio? – Pregunta sin tacto alguno Rosé. – No lo sé, no he hablado con mis hyungs desde hace unos días.

Hace una semana, cambiaron a Tae de habitación, bajándolo a planta, sin más riesgos por sus heridas, pero si por el coma del que no tienen muchas esperanzas para que despierte.

Le han dado de plazo máximo unos cinco meses, no creen que vaya a aguantar más, de esos meses, llevamos cuatro casi acabados ¿Cómo pasa el tiempo no? Desde el día del accidente son cuatro meses, dos semanas y tres días. Todo ese tiempo en el que no hemos podido volver a ver la sonrisa rectangular ni esos ojos brillantes. – Creo que debería de ir yéndome si no quiero cruzarme con Seokjin hyung. – Les informo a mis amigos, quienes me dan animos despidiéndose de igual manera y dándoles muchos recuerdos a todos.

Con todo el tiempo que ha trascurridos, nos han ido dejando pasar a la habitación UCI de Tae en grupos muy pequeños y vigilados, pero ahora que todo se va dando por perdido nos dejan ir a verle en turnos mucho menos controlados y dispersos.

Es normal cruzarme con Yoongi hyung o Jimin hyung porque trabajan en el hospital, pero cruzarme con las noonas o con Jin hyung es insoportablemente doloroso. Su panda de amigos policías no se han quedado atrás con las visitas, aunque con ellos al menos se puede conversar sin derramar lágrimas.

No tardo mucho en llegar hasta el hospital, teniendo en cuenta que se encuentra a escasas manzanas de mi universidad. Subo directamnte a la planta y habitación asignada, sin necesidad de decir quien soy a nadie, conociéndome ya por los lugareños.
Doy un par de toques a la puerta, muriéndome de los nervios de verlo otra vez, pero estos se dispersan cuando veo a dos enfermeros muy sospechosos en la sala. – ¿Hola?

- ¿Viene a visitar al paciente? – Asiento. – A estas horas no le toca ninguna medicación...

- ¿Y usted que sabrá de ello? Somos nosotros los profesionales. – Entro por completo a la sala, quedándome junto a Tae en todo momento. – Si tan profesionales son deberían saber que a este paciente lo intentaron asesinar y por ende ningún personal puede tocarlo sin permiso familiar o de la policía, y siempre llevando un riguroso chequeo de toda medicación que se le suministre. Y ya les puedo decir que ninguna medicación ha sido asignada a esta hora. – Se miran con completo horror, pidiendo perdón enseguida por su imprudencia, saliendo de la habitación cabizbajos.

Pero eso no me deja tranquilo, tan pronto como me quedo a solas reviso sus brazos en busca de algún pinchotazo, hasta que me fijo en cierto liquido entre amarillo y verdoso que fluye en la bolsa de suero enganchada a su brazo.

Corto la via, llamando de urgencia a un médico. Para mi suerte, Yoongi aparece entre el personal, preguntando que narices ha pasado. – Lo han envenenado, acabo de verlo con mis propios ojos.

La policía llega alarmada también, llevandose la prueba del suero que unas horas después confirman mis sospechaas, llevandose a Tae de nuevo a cirujía para extraer todo veneno que pueda haber absorbido.

- ¡Jungkook! – Saludo a Jimin hyung en cuanto entra a la habitación, seguido por unos enfermeros que traen de nuevo la camilla con Tae en el mismo estado de coma que antes. – Menos mal que te has dado cuenta, estos seguratas son unos inútiles... llevan suministrándole pequeñas dosis de veneno unas semanas, puede ser otra de las causas por las que no haya despertado aún. – Mira preocupado el cuerpo de su mejor amigo. - ¿Han conseguido sacarlo?

- No era mucho en realidad, no corre peligro alguno, pero quien sabe lo que hubiera pasado si seguían suministrándole eso. – Respiro aliviado, aun dándole vueltas a las caras de ambos enfermeros, tapadas por mascarillas quirurjicas. – Vamos a interrogar a cada trabajador de este hospital, tal vez así demos con los dos estafadores.

- No eran enfermeros, estoy seguro, solo se han hecho pasar por ellos para acceder hasta Tae. Quiero que se refuerce la seguridad de esta habitación, y que solo pasen un par de médicos y personal autorizado cuando sea extrictamente necesario. – Ordeno a los dos guardaespaldas contratados por mi padre que tendrían que estar velando por la seguridad de Tae veinticuarto siete. – Perdónenos joven Jeon, no sabíamos que no estaban autorizados a entrar.

- Eso ahora es lo de menos, ya sabéis mis órdenes. – Y justo en ese momento llegan los detectives, que tras pasar por el laboratorio de toxicología , me tienden unos papeles con información del veneno y los posibles impostores. – Mierda, sois muy rápidos.

- Somos los mejores, no te confundas. – Dice Namjoon riéndose mientras su hermano parece que se le ha tragado la lengua el gato, embobado con la imagen del médico atendiendo a Taehyung. – Jimin hyung ¿Tiene tiempo libre ahora?

Las mejillas de Hoseok se sonrrojan a más no poder, matándome con la mirada. - ¿A qué viene esa pregunta ahora Jungkook?- Con una sonrisa, levanto una de mis comisuras no creyéndome lo que estoy a punto de decirle. – A mi hyung Hoseok le gustaría preguntarle unas cosas del caso.

Ahora son ambos quienes se sonrojan mirándose sin saber bien que decir. - ¿Podemos ir cuando termine su turno? – Jimin asiente, mientras Hoseok se muere de vergüenza y Namjoon levanta su dedo pulgar en mi dirección.

Se que ambas preguntas no tienen nada que ver la una con la otra, pero todos saben por donde van los tiros, a parte de que ya de por si necesitaban información del mejor amigo de mi Tae.

Muy bien Jeon matando dos pájaros de un tiro.

Hablando de matar dos pájaros de un tiro...

Miro mi reloj de mano, abriendo mucho los ojos al ver que las horas se me han echado encima con todo el asunto del envenenamiento, no quedándome más que veinte minutos para alistarme y estar en la cafetería. – Llego tarde a un sitio, perdón.

Me despido de todos, no sin antes darle un beso en la frente a Taehyung susurrándole un "no temas, pronto toda esta pesadilla acabará y podrás vivir en paz, amor", de forma inaudible para el resto.

Me siento delante de una persona muy bien vestida, impresionándome de que conociese el restaurante de las cordeadas y su especial etiqueta. – Me sorprendes niño, tienes muy buen gusto, nunca se me hubiera ocurrido un sitio tan concurrido y pijo para pasar información de mafiosos.

Aliso mi chaqueta de Louis Vuitton, pidiendo la cena y un exquisito vino tinto reserva. – Es mucho más probable que destaquemos en un sitio solitario y con máscaras a un sitio concurrido y de esta clase social.

- Concuerdo, a parte de que me llevo una cena de lujo gratis. – Lo miro con los ojos entrecerrados, riéndome de medio lado tras ello. – No cambias eh ¿Qué tienes para mi?

Empuja un maletín de cuero a mis pies. – Expedientes de todos los integrantes de la mafia, acuerdos, compras y ventas, expedientes de defunción y aniquilación de algunos sujetos. Algunos horarios de las próximas semanas también. Es ahora o nunca, los tenemos en el bote.

Me llevo la punta de la lengua a mi carrillo, pensando que paso tomar ahora. – Han intentado matar a Taehyung otra vez, es obvio que no quieren que despierte porque sabe algo. No podemos esperar más tiempo.

- ¿Qué sujieres entonces? Conejo. – Le doy un trago a mi copa, acercándome más a él para contarle mi malévolo y premeditado plan.