{18} DOCE ROSAS Y UN CADAVER

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[pov jungkook]

Recojo la docena de rosas que encargue, dirigiéndome a casa de Tae para celebrar los siete meses de relación.

Lo sé, como vuela el tiempo.

Últimamente ha estado muy ocupado con algunos casos, apenas pudiendo quedar, por ello, le he pedido a Jimin hyung que se quede con Yeontan este finde, ocupándome yo del dueño.

Paseo por el parque, poniéndole un mensaje al teléfono, avisando que no me quedaba mucho tiempo por llegar, cuando me cruzo con cierto niño llorando en una esquina. - ¿Taehyun?

Ante el llamado, levanta su carita, manchada por las lágrimas que escurren sin parar por sus mejillas, sorbiendo por la nariz. - ¿Hyung?

- ¿Qué ocurre? ¿Cómo es que estáis aquí? – Le ayudo a levantarse, sacando unos pañuelos de mi abrigo para limpiarle la carita. – Me he perdido. Estaba jugando en los columpios y volví con mamá Jisoo, pero ya no estaba.

Saco mi teléfono móvil, llamando a Jimin de inmediato para que me pase el número de alguna de las mujeres que deben estar como locas buscando al pequeño. – La zona de los columpios esta muy lejos de aquí, vamos andando hasta allí a ver si vemos a tus madres.

Tras unos cuantos pitidos, el pelirrosa coje mi llamada. – Jungkook tengo turno en el hospital, me queda aún tres horas para salir, más vale que sea urgente.

- ¿Podrías darme el teléfono de Jisoo o de Jennie? Me he encontrado a Taehyun merodenado la zona solo. – Se escuchan un par de cosas caer y a un alterado Jimin después. - ¿Lo has encontrado?

- ¿Si? – Después de ello suelta un suspiro de alivio. – Se perdió hace dos horas y Jennie ha venido hasta el hospital buscándolo, les diré que sigue en el parque, quédate en la entrada principal, no os mováis de allí.

Asiento aunque no lo pueda ver, colgándome tras ello. – Bueno campeón, ya vienen tus madres para acá.

Hago que agarre mi mano para que no se pierda y juntos nos dirigimos hasta la puerta principal del lugar.

No pasan más de diez minutos cuando las dos chicas aparecen corriendo, siendo un mar de lágrimas. – Mi bebé, no vuelvas a irte así.

- Debes quedarte siempre en el sitio donde estabas, si te vas del lugar nos es más difícil encontrarte. – Le regaña Jennie, quien sigue con el susto pintado en la cara. – Muchas gracias Jungkook.

- No es nada. – Reviso la hora en mi reloj, viendo que ha pasado más de media hora desde que le puse el mensaje a Tae. – Perdona, tendrás prisa.

Niego aunque en verdad sea así, no quiero tampoco sonar descortés y sé que Tae lo entenderá. – Es igual, había quedado con Taehyung para celebrar nuestro séptimo aniversario. – Le enseño las rosas, que gracias al cielo siguen intactas. – Pero entenderá la situación.

- Hablando de Tae, dile de mi parte que voy a estamparle ese teléfono suyo en toda la cabeza a ver si así coge mis llamadas. Le habré dejado mil mensajes y como cien llamadas perdidas y no contesta. – Eso se me hace muy raro.

- Lo tendrá apagado, hyung siempre atiende a los mensajes rápido. – Luego por pura inercia saco mi teléfono, viendo como no ha contestado al mensaje que le mande, ni siquiera visto.

Comienzo a tener un mal presentimiento de todo esto, y parece que Jennie lo nota. – No me aparece como apagado o fuera de cobertura. – Ella me mira igualmente, y rezo por que no este pensando lo mismo que yo.

- ¿Quieres qué te acerque? – Termina por preguntar, saliendo dirección al coche sin llegar a escuchar mi respuesta, aunque es un claro si. – Jisoo amor, vuelve a casa ya.

- ¿Qué pasa? – La morena se levanta, con su hijo entre sus brazos, no entendiendo todo el escándalo. – Voy con Jungkook a casa de Tae, luego te cuento.

Asiente, andando hacia la otra dirección, un par de calles más arriba del parque, hasta llegar a su apartamento, por el contrario, Jennie y yo nos subimos al coche, pisando el acelerador al máximo y sorprendiéndome de lo bien que conduce la chica incluso con tacones de aguja.

Dejo el ramo en el asiento de detrás, saliendo raudamente del vehículo tan solo estacionar frente a la casa. – Por favor que se este arreglando...

Siento como mi corazón se salta varias pulsaciones cuando descubro la puerta principal forzada, sin ningún ruido alrededor. - ¡Jennie!

La chica baja también del coche, notando el mismo detalle que yo, posicionándose detrás de la puerta con paraguas en mano, dispuesta a atacar cualquier cosa que se mueva.

Entramos de apoco a la casa, descubriendo libros tirados, restos de cristales, mueves rotos, marcas de disparos, y peor aún, sangre, mucha sangre.

Encontramos dos cuerpos vestidos completamente de negro, tendidos en el suelo y sin respiración alguna. La chica los golpea con la punta del paraguas, pero estos están completamente muertos. – Voy a llamar a la policía...

Dice ella, saliendo de la estancia evitando vomitar ante la imagen. Yo por el contario, sigo analizando el lugar, encontrando una hilera de sangre, que va haciéndose cada vez más grande.

Trago duro al observar, que esta sangre no es igual que el resto, mientras hay manchas secas de sangre en la entrada, o mucho menos reciente en los cuerpos de las dos personas, esta parece ser mucho más reciente, no dejando de salir de un tercer cuerpo tendido en el suelo.

- ¡TAEHYUNG! – Mi grito llama la atención de Jennie, quien vuelve con el teléfono pegado a la oreja, comenzando a gritarle a quien tenga detrás de la línea por una ambulancia con urgencia.

Yo en cambio he llegado hasta su lado, comprobando que sigue respirando, muy levemente, pero suficiente. – Tae ¿Quién te ha hecho esto?
Sorpresivamente, abre sus ojos muy poco, tratando de articular alguna palabra inteligible. – Bebé por favor no te fuerces, ya viene la ambulancia.

Levanta una de sus manos, indicando a un punto en especifico de la casa, para después llevarla a su abdomen, tosiendo dolorosamente y dejando más rastros de sangre que no dejan de salir de su pierna, toráx, boca, nariz y cabeza.

En estos momentos me encuentro tan desesperado, sin saber que hacer, como moverle, o si tan siquiera si puedo abrazarle para evitar que siga retorciéndose del dolor.

Una idea cruza mi cabeza, corriendo dirección a la cocina de donde agarro unos cuantos trapos y un cubo de agua.

Vuelvo junto a él, haciendo un torniquete en la pierna, limpiando la brecha en la cabeza y después quitando su camisa para ver mejor la del tórax.

Esta es una herida muy profunda, que no deja de supurar sangre por doquier, mis instintos insisten en que presione con uno de los trapos mojados, esperando por la ambulancia que comienza a dar presencia justo en ese momento.

Los paramédicos entran rápido, apartándome de su lado, entre varios lo suben a una camilla, procurando no moverlo demasiado e irse rápido al hospital.

Uno de los médicos se posiciona frente a mi en el suelo, sé que me habla, pero no le consigo entender, solo se que hay mucho movimiento a mi alrededor, que las cosas bailan de una manera caótica, y que me han subido a un coche tras ello, dejando a muchos policías entrar a la zona catastrófica.

Creo ver las caras de mis padres hablándome pero todo comienza a volverse negro cuando me vuelvo a fijar en mis manos y ropas manchadas de su sangre.

Entre todo el caos, consigo ver una clara escena, en la que Taehyung deja de hacer muecas de dolor y fuerza, cayendo su cabeza a un lado, dejando de respirar, seguido del cierre de las puertas de la ambulancia.

Después de ello, todo se vuelve negro.

STEAL HIS HEART [KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora