STEAL HIS HEART [KOOKTAE]

{28} PASAR A LA ACCIÓN

Con el pinganillo en la oreja y el micrófono activado, reviso cada una de las cámaras, observando minuciosamente los movimientos de la mafia, avisando de todo al grupo de Jackson, con el teléfono listo para darle la alarma a la policía.

- Conejo, estamos en posición. – Pero hay algo en todo esto que no me gusta para nada. -Faltan dos miembros de su mafia. – Pero no recibo ninguna información.

El momento clave se ve en cuanto cambian a la segunda embarcación, antes de que recojan las armas, les doy la alarma de atacar, saliendo de todos los rincones del almacén disparando a diestro y siniestro con tal de llamar la atención policial y retenerlos.

Uno de los cabecillas encuentra una de mis cámaras, gritando algo por su radio antes de romperla. Trato de reconectar la señal o mirar con el resto lo que ha pasado, pero no encuentro rastro alguno del miembro que ha descubierto que los vigilan.

La maya policial llega enseguida, saliendo de los arbustos y atrapando a los cabecillas y resto con éxito. – Conejo ¿Estas ahí?

- ¿Qué pasa Jackson? – Se le escucha cansado, por lo que lo enfoco con una de mis cámaras temiendo que le hayan dado. Para mi suerte, no es así. – Han escapado tres en una furgoneta, no se a donde pueden ir, pero creo que no traman nada bueno.

Reviso entre las cámaras la trayectoria de la furgoneta, apagando todo mi ordenador y pasando los controles al teléfono, siguiendo conectado con Jackson a través del pinganillo.

- Jungkook ¿Crees que a Tae le guste la tarta de manzana? – Cojo las llaves de mi coche, que no suelo conducir nunca, corriendo al garaje. – Ahora no puedo mamá.

Le doy al control remoto, quemando llanta al salir a toda velocidad a las calles de Seúl, con mi Hyundai PALISADE en azul marino. No me importa saltarme varios semáforos en rojo, llevándome alguna que otra queja. En cuestión de angustiosos minutos llego hasta la puerta del hospital, donde aparco en el primer sitio que encuentro, bajando rápidamente.

- Poneos alerta, nos movemos. – Les aviso al par de seguratas que siguen vigilando la puerta, antes de entrar a por Tae quien lee un libro tranquilamente. - ¿Kookie?

- Tae nos vamos de aquí cariño, no hace falta que cojas nada, volveremos a por ello. – Recojo sus zapatillas y abrigo, corriendo de un lado a otro hasta que doy con su cara que muestra pavor. - ¿Qué pasa?

- No puedo caminar ... - Sigue llevando algunas vendas del accidente, denotando que aún no está recuperado. – No te preocupes.

Busco la dichosa silla por toda la sala, muriéndome de nervios cuando no la encuentro. – Señor, tres sujetos armados han entrado al hospital ¿Qué hacemos?

- Traerme una silla de ruedas, una bata y una mascarilla, rápido. – Asienten a mi orden, efectuando el pedido rápidamente.

Por el contrario, yo le pongo los zapatos a Tae aunque no pueda andar, y le cubro con el abrigo. - ¿Qué esta pasando? – Se le nota muy preocupado, sin poder llevar la situación bajo control como antes. – El encuentro entre las mafias y la poli no ha ido bien del todo, vienen a por ti ahora, y temo que saben perfectamente donde estas porque ya les pillamos intoxicándote cuando estabas en coma. – Cuando lo tengo listo lo alzo en modo nupcial, sorprendiéndome por la tremenda pérdida de peso que ha presentado.

Salgo por los pasillos, con cautela de no encontrarme a quienes no debo. – Señor, lo que pidió.

Se escuchan unos disparos, junto a alarmas y algunos gritos que nos ponen la piel de gallina.