{10} AGENTE KIM

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-    Yug, te digo que no es buena idea reunirse con ellos, son una panda de porretas y drogadictos. Como venga la policía nos van a asesinar nuestros padres. – Pero como siempre, no me hace ni caso, dirigiéndose por esas calles con basura por todos lados y alcantarillas mal olientes, muy diferente a lo que podemos encontrar en nuestro barrio, con vayas modernas y bien pintadas, setos perfectamente recortados y grandes portones con coches lujosos. - ¿No quieres llamar la atención de ese policía tuyo? Esta puede ser una gran oportunidad.

-    ¿Y qué te hace pensar que va ser él quien venga? Además yo no me refería a llamar su atención de esta manera. – Me regaño a mi mismo cuando Yugyeom no me contesta, continuando por las angostas callejuelas hasta llegar a un barrio con varios adolescentes pasando cualquier sustancia. – No te quites ni la capucha ni el cubre bocas, no pueden saber quien eres.

Me avisa, acercándose a un grupo quienes le saludan amistosamente, preguntándole a cerca de su acompañante. Mierda y más mierda ¿Por qué acepto en hacer estas cosas?

-    Hey niño ¿Estas perdido?- Una mujer de unos treinta años con ropa muy escasa se acerca hasta mi, ofreciéndome sustancias en una bolsa. Niego rápidamente, separándome del lugar, pero siendo apresado por otra mujer quien recorre mi cuerpo con sus manos incomodándome. – Lo siento señoritas, pero ya esta ocupado, vamos Charlie.

Yugyeom viene a mi rescate, utilizando el nombre falso que me ha dado para no poder ser reconocido. Me presenta a sus conocidos , quienes me miran dubitativamente. - ¿Eres nuevo en la ciudad?

-    Es la primera vez que vengo a casa de mi primo. – Respondo yo, siguiendo mi papel al pie de la letra.

-    Han visto a la pasma por aquí cerca, deberíamos de movilizarnos. – Anuncia uno, poniéndome los pelos de punta. - ¿Os venís a mi casa? – Nos pregunta el que supongo que es el jefe de grupo.

Yugyeom me mira angustiado, sabiendo que las cosas se nos están yendo de las manos.

Las sirenas comienzan a sonar detrás de nosotros, por lo que termianmos corriendo despavoridos a todas partes, al revés que el resto, Yugyeom y yo tiramos por una de las calles traseras, escapando lo mas lejos posible de la policía.

-    Son demasiados- Me grita él sobre el sonido incesante de las sirenas. – No jodas, te voy a matar.

Saltamos unas vayas, creyendo que ya no hay peligro alguno, salimos a la calle principal, para volver a nuestras casas tras el desastroso intento fallido de Yugyeom, pero somos interceptados por un patrulla.

-    Mierda- Masculló cuando un par de policías bajan del coche, apuntándonos con dos tasers. - ¡Las manos donde pueda verlas!

Comienzan a cachearnos, avisando por radio que estamos completamente limpios. – Uno de ellos nos quita nuestros documentos de identidad, y me doy por perdido, mirando con una cara escalofriante a Yugyeom quien se va a cagar la pata abajo.

-    Agente Yoon, vaya con los otros, yo me encargo de estos dos. – Escucho un asentimiento, y después unos pasos alejándose rápidamente. – Los dos, al coche ya.

En cuanto me doy la vuelta reconozco a Taehyung, con un semblante cabreado. – Tae... - Corro hacia él, tratando de explicarme, pero me frena antes de que diga nada, metiéndome esposado al coche, junto a Yugyeom que se ha sentado ya calladito.



-    ¿Es él? – Me pregunta susurrando. – Yugyeom cállate que nos esta escuchando. – Pero no hace ni caso. – Es guapo, ves como mi plan iba a funcionar.

-    ¿Dónde vive joven Kim? – Pregunta Tae, desinteresadamente. – A dos calles de aquí, la segunda a la izquierda.

Para donde le ha dicho, soltándole las esposas y dejándole irse con un aviso. Vuelve a meterse en el coche, encendiéndolo sin decir nada, mientras Yugyeom se despide con la mano y una sonrisa de oreja a oreja.

Será capullo.



Conduce un par de cuadras en completo silencio, hasta pararse en un descampado sin luces e intransitado. - ¿Se puede saber que excusa tienes ahora?

No me deja ni contestarle, cuando ya se ha bajado del coche y abierto mi puerta, dejándome bajar junto a él, aún esposado.

- Hyung, se que te va a parecer raro, pero yo no tengo la culpa. Yugyeom me ha obligado. – Se acerca peligrosamente a mi, poniéndome aún más nervioso. - ¿Ves como necesitabas dinero para las drogas?

Se burla de mi, haciéndome cabrear sin razón alguna. – Te lo digo muy en serio, no tomo drogas.

- Deberías de buscarte otros amigos si te hacen hacer tantas estupideces como me dices. Ya es la segunda falta grave. – Me da la vuelta, pegándome contra el coche y quitando mis esposas, disfrutando de sobremanera el tenerme tan sumiso.

En cuanto noto mis manos libres, cambio nuestras posiciones, siendo él quien se encuentra aprisionado ahora contra el capo del coche policial. – Ha sido un plan horroroso de Yugyeom para llamar tu atención. ¿Contento?

Se queda anonado por unos segundos, tratando de analizar que es lo que esta pasando. - ¿Por qué harías algo así? ¿No es más fácil venir a casa y ya? ¿Sabes a caso cuanto tiempo he estado esperando tus visitas?



¿Taehyung había estado esperándome durante medio mes? Espera ¿Taehyung me espera? ¿A mí?– Yo no sabía como volver ...

Recuerdos de aquella mañana me asaltan la cabeza. El como todo se veía tan natural, tan tranquilo y armonioso. El como al recoger, tuvimos un pequeño accidente, haciéndonos mirar los ojos y belfos del otro, acercándonos lentamente.

Clavo mis labios sobre los suyos, sorprendiéndolo. Se queda completamente estático, sin saber como reaccionar ante tan repentino impulso, tras unos segundos me separo, viendo como sus mejillas se encuentran completamente sonrojadas y sus ojos se iluminan con pequeños destellos.

Trago duro y me separo, avergonzado ante mis actos y mi confesión indirecta siendo rechazada, cuando sus manos me agarran los brazos atrayéndome de nuevo hacia sus adictivos labios.

En la oscura y silenciosa noche, lo único que se escucha en aquel descampado son los sonidos chiclosos que se tornan obscenos a medida que pasa el tiempo. Taehyung suelta un pequeño gemido cuando le aprieto mas contra el coche, haciendo encender algo dentro de mi.

- Jungkook, creo que ...- Le cayó volviéndolo a besar, pasando mis manos de sus caderas a la espalda baja, disfrutando del roce que ambos cuerpos generan. – Hyung no sabes lo mucho que te deseo.

Se relame los labios, completamente maltratados y rojizos. Con su pelo revuelto y uniforme descolocado, su postura como si acabase de correr la maratón, auténticamente precioso.

- Jungkook, esto esta mal. – Se separa de mi, tratando de arreglarse las pintas, mirando su reflejo en el cristal del coche. – Tú aun eres un niño, no puedo hacer esto ...

- ¿Cómo qué un niño? – Cabreado avanzo hasta él, dandole la vuelta y empotrando lo sin delicadeza alguna contra el patrulla. – No lo entenderías... - Su mirada apenada y baja, como si la cosa no fuese conmigo, simplemente pone mis nervios de punta.

- Solo me sacas dos años, y para tu información, se cuidarme bien solito. – Me apartó de él, dándome la vuelta y continuó andando en la oscuridad hasta mi casa. - ¡Alto! Estas detenido Jeon, vuelve al patrulla.

Trata de volver a ponerme las esposas, pero consigo zafarme de su flojo agarre. – En ese caso exijo su número de placa. El agente Kim me esta chantajeando. – Le digo con el enfado pintado en mis acciones.

Después, únicamente continuo rumbo a casa, lo más rápido posible, dejando a Taehyung allí tirado en mitad de la oscura y triste noche.

STEAL HIS HEART [KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora