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La pelirroja se tiro al suelo cansada seguida de un gran suspiro, admiro el cielo despejado, extrañamente se lograban ver algunas nubes.

-Kata... ¿que haces ahí?-Pregunto divertida su madre, le hacía recuerdo a Kakashi cuando aún era el Hokage y se sentía abrumado; se recostaba sobre la grama a admirar el cielo.

-Es que ya me aburrí...-Hoy era el día libre de sus padres, por lo que habían decidido pasar el Día juntos, encargándose de plantar algunas especies de árboles en la nueva zona, que gracias a muchos años de estudio del suelo, se había logrado.-No me mal entiendas... me gusta estar con ustedes ya que normalmente no los veo en todo el día pero... ¿podríamos hacer algo más interesante? Como... entrenar o no se-Kamari se sentó al lado de su hija y acarició su cabello.

-Cada día pienso que sacaste más de mi que lo que deberías-Dijo recordando como ella de joven también prefería hacer Eso a cualquier otra cosa-Ademas es algo que ustedes hacen a diario, como es nuestro día libre queríamos hacer algo diferente y divertido-Kata giro los ojos.

-Habla por ellos-Dijo señalando a Padre e hijo que cerca de los invernaderos y huertos hacían su propio catálogo de todas las especies de Cactus que ya habían criado. Kamari rio despeinándola.

-Déjalos jugar, no te olvides que ambos a pesar de esa carcaza dura, tienen la viva esencia de un niño-Kata rio dándole la razón.

-¡Kamari! ¡Suiton!-Kankurō había abierto la manguera mojando a la castaña.

-¡Baka!-Se levantó para perseguirlo mientras Kata negaba divertida, no entendía como sus padres y tíos mantenían aquella unión a pesar de los años y sobre todo esa chispa alegre. De repente el sol que le daba fue tapado, abrió los ojos revelando a su padre que la miraba atento.

-¿Que sucede, pequeña?-Ella se levantó para mirar de frente a su mentor y se avergonzó, el no solía utilizar mucho ese apodo.

-Nada... Es solo que... se que es un día libre para todos pero... ¡La mayoría está en misiones!-Dijo renegando.-Yo también quisiera...-Gaara rio y se recostó a su lado.

-No olvides porque ustedes dos están sin misiones.-Ella inflo las mejillas, era por haberse escapado para atrapar a esos renegados que molestaban a la gente de la frontera; estaban castigados.

-Si... lo sé... ¡Aunque fuimos a defender al Shukaku y lo llevamos a Konoha!-Gaara asintió.

-Pero fueron como mis hijos en apoyo, no en si como equipo.-Ella suspiró agachando la cabeza, lo que le dio tiempo a Gaara de admirar aquellas marcas en su cuello que casi desaparecían por completo. Le dolía saber que se había lastimado y el no había logrado defenderla.

-No sientas pena por mi, fue un descuido por el que me responsabilizo-dijo cubriéndose el cuello. Su mentor rio, la pelirroja era dura, casi que tanto como su madre y amaba eso.-Ademas, Shinki está siempre ahí para protegerme, ya veo porque nos mandaste juntos a esa misión, probablemente yo hubiera terminado peor que con unos cuantos raspones.-Gaara miró a su hijo que ahora jugaba con Kankurō a molestar a Kamari lo cual hizo reír a ambos.

-No Los mande juntos solo por eso, he notado que eres la única persona que hace que Shinki cambie de idea, sea más arrojado y disfrute más de las cosas.-Kata se sorprendió.

-¿En serio? Sigo creyendo que me ve como un estorbo...-Dijo rascando su nuca, Gaara negó.

-Te considera vital en una misión por que el ya ideó una técnica de ataque junto contigo-Kata rio, era lindo saber que su hermano la apreciaba.

-Me alegra saberlo.-dijo tratando de ocultar una sonrisa. Su padre se puso más serio de repente.-¿Que sucede...?

-Kata, esa vez en Konoha... te despediste de un muchacho ¿quien era?-Kata se levantó mirándolo sorprendida. ¿Lo había notado?

El Legado Sabaku No;                     Gaara's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora