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-¡Kata!-La chica tenía la vista perdida en la ventana; hacia la gente, mirando el horizonte, se sentía agotada tanto física como mentalmente. Había entrenado con su hermano y tío hace poco, intentaba recuperar el aliento. Envolvió sus manos en vendaje con algunas heridas ya que no quería curarse, no tenía Chakra... esos entrenamientos agotadores le recordaban a cuando aún entrenaba con sus padres... su hermano no le daba tregua y se lo agradecía.-Aqui estás, te estaba buscando-Volteó hacia su hermano, el cual tenía la misma cara agotada, ella se acercó y con un paño limpio el sudor de su frente y curó el tajo que tenía en su mejilla que ella le había hecho...

-Lo siento, me excedí-Dijo, el la detuvo.

-¿Por que te envuelves en vendaje?-Pregunto confundido, ella se mordió el labio.-¿Te quedaste sin Chakra...?

-Utilice el Bakkyo... no tuve opción -Se quejó cruzándose de brazos. El rio.

-¿Y aún así intentas curarme las heridas?-La chica suspiró aún sin mirarlo.

-Tu... siempre cuidaste mi espalda. Al menos quiero devolverte el favor en cosas estupidas cómo estás-El rio.

-Eres adorable-Ella frunció el ceño estrellando sus puños.

-El siguiente golpe que te de no va a ser tan adorable.-El rio y se aparto para evitar que ella lo golpeara, el sentimiento que le tenía era como si hubieran estado juntos toda su vida, nada lograría lastimar a su hermana mientras el este ahí. Y eso es lo que sé prometió. La chica suspiró y se botó al suelo. Estaba exhausta.-No podemos seguir desplazando la ida a la escuela.

-Lo se, pero no tenemos tiempo. Se me ocurre que vayamos la próxima semana antes del festival-Ella asintió pensativa y se levantó marcando en un calendario todas las fechas correspondientes y dejando en pequeñas hojas recordatorios para su hermano.-Bueno, de verdad que ser mi mano derecha te queda corto-La chica sonrió aún en lo suyo.

-Tal vez soy como tú cerebro...-Bromeó, el negó divertido. La agradaba saber que únicamente el conocía aquel lado oculto de su hermana. La chica dio un respingón.-¿Que sucede?

-Maldición, tenías reunión con el consejo, apresúrate, llegarás tarde.-La chica corrió hasta el ropero que había en la oficina de su hermano y sacó su traje poniendo el manto blanco sobre sus hombros y el sombrero igualmente peinándolo. El volvió a reír.

-Pareces una abuela...-Ella se dio la vuelta para patearlo y hacerlo salir de la habitación.

-¡Un gracias no me vendría mal!-Le dijo molesta, el se acercó y tomó su cabeza para dejar un beso en su coronilla.

-Gracias Kat-Y después de un gran bostezo se dio la vuelta y se fue en dirección a la sala de reuniones. La chica suspiró pesado recostándose contra la pared.

-Baka...

-¿Si que lo es no?-Pregunto alguien a su lado, abrió los ojos viendo a su amiga y sonrió.

-Yodo, hoy es tu día libre, deberías aprovecharlo-La rubia negó.

-Tu cuidas la espalda de tu hermano. ¿Pero quien cuida la tuya?-La pelirroja frunció el ceño pensativa. Y miró una vez más en dirección a la ventana.

-Eso no importa, mantener a Suna y a su futuro-Dijo señalando la dirección que había tomado su hermano-Es la prioridad ahora.-Yodo suspiró pesado y empujó su cabeza.

-Kata... el futuro de Suna son ambos... su descendencia será quien tomará lugar y así hasta el final.-La pelirroja infló las mejillas.

-Como si hubiera algún chico por ahí-Dijo cruzada de brazos y cerrando los ojos con el ceño fruncido, se negaba a que la acortejaran. Yodo suspiró nuevamente, la pelirroja era bastante cotizada no solo por los de Suna sino por los de las grandes naciones, siendo la princesa del viento y descendiente de grandes líderes quien lograra acortejarla era digno de admiración y respeto. Kata chasqueó la lengua.-¿Por que no te encargas tú, eh?

El Legado Sabaku No;                     Gaara's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora