El Legado Sabaku No; Gaara's Daughter

41.

Yodo golpeó la punta de su pie contra el suelo repetidas veces, miró nuevamente el gran reloj que había en la estación preguntándose donde carajos estaban los hermanos.

Kata abrió los ojos con lentitud descubriendo que estaba sentada en el suelo con la cabeza apoyada en la cama. Se levantó estirando la espalda todo le dolía, vio a su hermano plácidamente dormido entre varios papeles que estaban viendo la noche anterior, lo golpeó.

-Baka... me tiraste al suelo.-Tratando de despertar se sentó en la cama poniendo su portátil en las piernas, una vez logró enfocar la pantalla vio la hora haciéndola saltar.-¡Mierda!-golpeó más fuerte a su hermano esta vez haciéndolo levantarse.

-¿Que sucede?

-¡Se nos hizo tarde, idiota!-Si hermano trato de recordar de donde conocía a aquella chica y por fin capto sus palabras, se levantó con rapidez metiéndose al baño. Se habían dormido hace pocas horas atrás ya que debido a la visita de los de konoha hace unos días se habían ocupado el tiempo para entretenerlos ocasionado que todo lo que tenían programado se les amontonara. Así que decidieron iniciar a hacerlo sin tomar en cuenta que tardarían tanto, aunque ninguno de los dos se arrepentía, Shinki; que estaba feliz de que su hermanita haya logrado divertirse y Kata por que finalmente había disfrutado un cumpleaños después del fallecimiento de sus padres... poco a poco esa carcaza se rompía dejando a la verdadera energética pelirroja.
El día de hoy debían partir a Konoha, se llevaría acabo una conferencia súper urgente de los Kage y claro su presencia era requerida.
Kata después de haber tomado un baño cambió su ropa.

-¿A donde iremos?-La chica frunció los labios.

-Shukaku-sama, no puede venir. Iré a konoha no creo tardar-El bijū no espero su consentimiento y salto sobre su cabeza haciendo que se quejara-Bien, siempre y cuando no hagas ninguna intervención.-Lo colocó a su cadera y salió chocándose con su hermano.-Vámonos, Yodo nos matará.

-Por su puesto que a ti no, a mi me destruiría, soy el Kazekage no puedo llegar tarde.

-¿Que? ¿Es mi culpa entonces?

-No dije eso, ambos nos descuidamos.-Hizo crujir los huesos de sus manos asustando al castaño-Solo digo...-Aceleraron El Paso llegando finalmente a la estación donde Yodo los miró molesta.

-Lindo, y bastante propio viniendo de los Sabaku No.

-Ya relájate, no me robes el papel de amargada-dijo la pelirroja intentando subir al vagón.

-Disculpa... ayer nos quedamos hasta muy tarde y... no volverá a pasar-Yodo se sorprendió de la actitud del castaño y se sonrojó apartando la cara.

-C-Como sea... váyanse, Kankurō-sama y yo nos encargaremos-Shinki sonrió e ingreso junto a su hermana sentándose en el vagón que tenían solo para ellos, como seguridad. Kata se cruzó de brazos mirando por la ventana.

-¿Que sucede? Estas nerviosa-Ella suspiró.

-Tengo un mal presentimiento de esta reunión

-Relájate todo...

-Ya, que no necesito un sermón.-Se recostó en su hombro intentando dormir. Shinki rio, aquella chica no había cambiado nada.

(...)

Kakashi paró las orejas al escuchar el distinguido sonido del tren acercándose, ya era tarde de noche pero quería estar ahí para recibir a sus nietos, sonrió con eso. No podía creer lo mucho que habían cambiado las cosas. Miró a la luna pensando en la familia que perdió.

-Espero que los estés viendo... estarían muy orgullosos de ambos-Sonrió al sentir una ligera brisa que lo despeino. Finalmente el vagón con el sello de Suna paró revelando a sus pasajeros de donde primero bajo una gran escolta y sus nietos por último, la pelirroja sonrió inevitablemente; a pesar de haberlo visto hace poco sentía la necesidad de abrazarlo, sus brazos eran lo más similar a la calidez de su madre y la protección de su padre. Se estrelló contra su pecho y el peliplata sorprendido pero le devolvió el abrazo con fuerza; era raro que ella buscara su afecto, normalmente costaba que ella se acercara.