21.

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-¡Niisan!-La puerta de la habitación del castaño fue abierta abruptamente asustándolo y haciendo que se clavara en su dedo la aguja; se quejó mirando a su hermana.

-¿Se te ofrece algo?-Kata lo miró fijo riéndose, aún no se hacia a la idea de que su hermano disfrutara de bordar.-¿Que?

-Discúlpame... pero... ¿que dirían todos los que te enfrentaron si supieran que tu disfrutas de bordar y criar cactus al igual que papá?-La chica se lanzó a reír y el chico chasqueó la lengua.-Eres adorable.

-Mira quien habla, alguien sigue durmiendo con el oso de peluche que padre le regalo-Ella aparto la cara-Ademas, hablando de pasatiempos Es algo mucho más productivo que dibujar sin ningún sentido-Ella lo miró ofendida y tiro una Kunai a su dirección, el suspiró deteniéndola con su arena lo que causó que se desviara-Que carácter... ¿por que tu puedes ofenderme y yo no a ti?-Ella rio agitando su mano.

-Estoy practicando ¿de acuerdo? ¡Mira!-La kunai se había clavado en la pared del muchacho que tenía una diana con dardos.-¡Casi perfecto!

-Presumida...-Ella giro los ojos y luego halo la mano del muchacho para levantarlo.

-¡Llegara en cualquier momento!-Shinki sonrió sin poder ocultarlo, su abuelo llegaría en breve, le emocionaba bastante tenerlo cerca, miró aquella foto de su familia completa, de no tener nada... ahora lo tenía todo. Salieron de la casa sin escuchar a su tío que les imploraba que no salieran pero siguieron su camino hasta la estación donde esperaron ansiosos los nuevos trenes.

Había pasado media hora... y nada del abuelo, la pelirroja se recostó en la espalda de su hermano.

-Kata... me incomodas, detente-Ella giro los ojos y en contra de la voluntad de el lo abrazó por los hombros, la arena del castaño fue incapaz de reaccionar, casualmente al afecto de la chica nunca reaccionaba.

-¿Que sucede, Niisan?-El giro los ojos apartando la cara, sabía que solo quería gastarle una broma.-¡No me ignores!-Miró en dirección a su hermana asustándose tenía el sharingan activado y aquella mirada afilada que un depredador le da a su presa.

-¡Basta!-Apartó a la chica que solo comenzó a reír-Andas más rara que de costumbre-Ella asintió e hizo un puño su mano estirándolo.

-¡Así es! Hoy es el día, finalmente me enfrentaré a mamá-"Con razón" pensó el. La chica tenía la energía de cien personas juntas. La puerta de unos de los vagones se abrió revelando a dos personas que sonreían hacia los niños.

-¡Yo! Siento el retraso...-Hablo el peliplata rascando su nuca. Kata negó con la cabeza y ayudó a su abuelo con sus cosas.

-Al decir "algunos días" no pensé que fueran 20...-Se quejó y saludo al tipo en silla de ruedas-Guy-san, no lo esperábamos.

-¡Escuche que te enfrentarías a la pequeña Hatake! ¡No me lo perdería!-Ella miró confundida, su abuelo le tomó el hombro.

-"pequeña Hatake" era el nombre por el cual se conocía a tu madre en Konoha-Dicho eso miró al castaño y se acercó despeinandolo-siento haberlos hecho esperar, pero tenía una misión muy importante.-Kata giro los ojos.

-Ir a "Tierra Santa" no es algo que me parezca muy importante-El Hatake suspiró viendo a la chica, igual de insolente que su madre... Guy rio.

-Ah, Kakashi, aparentemente conseguiste otra versión de Kamari-El peliplata rio y mientras Kata empujaba la silla de ruedas de Guy, Kakashi se ponía al día con Shinki.

-Abuelo ¿que es tierra Santa?-Kakashi se rascó la nuca nervioso, la pelirroja rio.

-Es algo de esos sus libros extraños-Le respondió su hermana, Shinki asintió pensativo, le gustaba leer mucho.

El Legado Sabaku No;                     Gaara's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora